Viviendas que apenas consumen: los arquitectos riojanos se preparan para diseñar casas pasivas

Viviendas que apenas consumen: los arquitectos riojanos se preparan para diseñar casas pasivas

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Se trata de un fenómeno imparable. De hecho, a partir de 2021 la normativa europea exigirá que las viviendas sean de consumo nulo. Y es que vivir con un consumo inferior a un euro al día es posible. Se logra siguiendo los estándares Passivhaus, una forma diferente de construir que busca conseguir los máximos niveles de confort con un mínimo gasto. Los arquitectos riojanos no quieren quedarse atrás y, poco a poco, van prepárandose para ser capaces de diseñar estos edificios. El arnedano Mario Herce es uno de ellos, a la espera de obtener la certificación que le avale para ello.

Una certificación necesaria, puesto que la ejecución de la obra es diferente a la habitual. “Se invierte el orden de algunas fases de la construcción. Hay que ser más meticuloso y más limpio”, explica Herce, quien detalla que deben hacerse pruebas constantes durante la construcción para verificar el proceso.

Así, por ejemplo, las viviendas, de doble o triple vidrio, se instalan antes que en las construcciones tradicionales y se utilizan carpinterías de altas prestaciones. La clave es que la vivienda sea totalmente hermética, con amplios espesores de aislamiento continuo. “No puede haber filtraciones de aire por los huecos. Es como poner un abrigo a la casa”.

De este modo, no hay corrientes de aire y se instala un sistema de ventilación mecánica que renueva el aire viciado y recupera el calor interno de las estancias, consiguiendo respirar aire limpio todo el día y con muy poco consumo energético. Las escasas variaciones de temperatura -la casa se mantiene a 21 grados- hacen que no sea necesario instalar calefacción, como mucho un radiador en alguna estancia.

VENTAJAS ECONÓMICAS Y PARA LA SALUD

Lo cierto es que, contrariamente a lo que cabría pensar, no es mucho más caro construirse una casa pasiva. “Se incrementa el presupuesto entre un 5 y 7% -un 10% en el caso de un edificio en rehabilitación-, pero en unos 5 o 6 años se rentabiliza, ya que se consume menos de 1 euro al día, unos 300 al año, frente a los 1.300 que puede suponer el consumo energético de un hogar”.

Más allá de las evidentes ventajas económicas, el beneficio es, sobre todo, para el medio ambiente y la salud. El aire interior de la vivienda está filtrado, libre de partículas y por tanto, más limpio que en cualquier otra construcción normal.

PRIMER EDIFICIO PÚBLICO DE ESPAÑA, EN VILLAMEDIANA

Esta novedosa forma de construcción surgió en Alemania y, poco a poco, se ha ido extendiendo a otros lugares, sobre todo, a los países nórdicos. En España, la comunidad de Navarra es pionera y en La Rioja ya contamos con un bloque de viviendas en Nájera y con una vivienda certificada en Arrúbal. Además, la Biblioteca de Villamediana fue el primer edificio público de España en levantarse certificado con el estándar Passivhaus.

Herce subraya que no sólo se pueden aplicar estos estándares a viviendas unifamiliares -las casas pasivas más comunes hasta ahora-, sino también a bloques de pisos, edificios en rehabilitación, colegios, ayuntamientos...las posibilidades son múltiples y hay que anticiparse a lo que va a llegar de forma inminente. Algunos arquitectos y constructores riojanos han visto clara esta oportunidad.

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