Comienzan a funcionar los nuevos radares en seis calles de Logroño

Esta mañana se han puesto en marcha en Logroño los nuevos radares móviles. Se ubicarán en concreto en las calles de la ciudad en las que se han registrado mayores índices de velocidad, por las especiales características de la vía o también sensibles en el número de atropellos por su elevado tránsito peatonal, motivado por la cercanía a centros escolares, centros de salud u otras dependencias que registren mayor movimiento de peatones.

Por este motivo, el Ayuntamiento de Logroño ha iniciado la instalación de las señales informativas oportunas, advirtiendo de la posibilidad de la presencia de radares móviles en las calles.

La velocidad genérica en las vías urbanas en la ciudad es de 40 kilómetros por hora, aunque puede haber una reducción puntual en alguna de ellas por la presencia de situaciones de especial vulnerabilidad como pasos sobreelevados para peatones, u otras como rotondas.

Las calles afectadas por los radares móviles son las siguientes:

Duques de Nájera (entre Murrieta y Pepe Blanco)

Madre de Dios (entre las calles Luis de Ulloa y San Millán)

Avenida de la Paz (entre San Millán y IX Centenario)

Carmen Medrano (entre Murrieta y general Urrutia)

Calles Piqueras y Piquete (entre la LO-20 y Pedregales)

Murrieta (entre Caridad y Fausto Delhúyar)

A lo largo de esta semana quedarán instaladas las señales correspondientes en todas las calles, por lo que los radares comenzarán a funcionar una vez completada la señalización.

SANCIONES

En total, durante el año 2016 se realizaron 861 denuncias de los radares móviles con señalización de aviso, situados en las calles La Nevera, Avda de la Paz, Lope de Vega, Sequoias, avenida de la Sierra, Clavijo, Portillejo, avenida de Burgos y Madre de Dios.

Por otro lado, los radares fijos realizaron 8.972 denuncias durante el año 2016, en su mayor parte en la circunvalación Sur de Logroño, con 7.780 denuncias, y solo 1.192 en el centro de la ciudad.

Durante los meses de noviembre, diciembre y enero se han controlado unos 7.500 vehículos, de los que el 12% hubieran sido sancionados, y de ellos el 48% hubiera perdido puntos del carnet de conducir porque circulaban a una velocidad superior a 59 km/hora.

Todas las vías seleccionadas tienen el límite de velocidad en los 40 km/h, por lo que las sanciones hubiesen sido de 100 euros y sin retirada de puntos hasta 20 km/hora por encima de lo señalado, es decir, hasta los 60km/h. Por encima de 61 km/hora se retirarían 2 puntos y la sanción económica sería de 300 euros.

Los radares móviles empezaron a controlar la velocidad de los vehículos en las calles en enero de 2013; con carácter previo se realizó una campaña de control de velocidad y preaviso a infractores con un total de 6.950 vehículos aforados en dos meses. De ellos, 834 hubieran sido sancionados fuera de la campaña de preaviso. El 52% lo hubieran sido sólo con multa por circular a una velocidad entre 40 y 60 km/h, y un 48% de los conductores hubieran perdido puntos, por circular a más de 60.