Imparable desde la llegada de Sergio Rodríguez

Imparable desde la llegada de Sergio Rodríguez

Rioja2

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Suma y sigue. Sergio Rodríguez continúa invicto. Además, en esta segunda etapa sólo sabe ganar. Tercera victoria consecutiva de la Unión Deportiva Logroñés que le permiten afrontar las últimos cinco jornadas del campeonato con relativa tranquilidad respecto a la zona peligrosa -8 puntos de ventaja respecto al descenso-. Todo gracias a que algo ha cambiado en la mentalidad de este bloque que asciende hasta la undécima posición. Después de las magnífica sensaciones ofrecidas en la contundente goleada ante el Navalcarnero, el cuadro riojano supo sufrir, ponerse el mono de trabajo para llevarse el triunfo, por la mínima gracias a un penalti de Espina.

Después del susto inicial, a los 45 segundos -acción por banda izquierda de Álex Cruz que despejó Miguel con los pies anticipándose a Nacho Rodríguez- la UDL vivió un comienzo casi soñado en el Silvestre Carrillo. Primero Coulibaly -en este partido escorado a banda derecha- de cabeza puso el miedo en el cuerpo al Mensajero con un gol anulado por fuera de juego -quizá apreciable en primera instancia, pero que no era visto después en repetición- de un gran pase de César Remón.

Mientras que los de La Palma se estaban reponiendo, vino un balón a la espalda de la zaga local para que Reguilón, insistente, pisara área y viera como Ione lo arrollaba para que se señalara el tercer penalti a favor en la cuatro últimas jornadas. Espina mo dudó desde los once metros y tras impactar en el poste adelantaba a los suyos a los 13 minutos. El Mensajero, tocado, se apresuró en recuperar sensaciones. Lo hizo buscando la banda que defendía el debutante Zubiri -Julio Rico sufrió unas molestias en el calentamiento que le impideron ser de la partida-. Por ahí, Álex Cruz volvía a poner un balón el corazón del área pequeña sin que ningún compañero llegara a rematar.

Una acción que supuso, además, la expulsión de Sergio Rodríguez a instancias del asistente. Dio la impresión que los de Mingo Oramas estaban ganando las segundas jugadas, lo que obligaba a los riojanos a estar más metidos en su campo de lo deseado. Pese a ello, las idas y venidas eran constantes porque los canarios forman un conjunto con dudas en su parcela defensiva. De esta manera, pese al tiro de Borja Rubiato que detuvo Miguel sin apuros, se sucedió una contra en la que Espina cedió para que Reguilón chutara, muy centrado, dentro del área y que Ione despejara con los pies.

PELIGRO POR LA IZQUIERDA

Sin embargo, el Mensajero también gozaba de sus opciones a balón parado, como un remate de cabeza de Jaime, libre de marca, tras un córner o de una falta directa de Kamal que atrapó Miguel. Los anfitriones se volcaban, acumulaban hombres en zona de remate, pero no terminaban de encontrar la manera de hacer verdadero peligro. La UDL, por su parte, necesitaba tener el control del juego, cosa que no sucedió, por lo que la posibilidad pasaba por balones al espacio para Reguilón o Coulibaly, aunque sin consecuencias, si acaso le permitían respirar un poco y adelantar las líneas.

El descanso era deseado porque Juanda, por su perfil zurdo, llegó hasta el fondo para meter un balón raso que Álex Cruz mandó a las nubes por fortuna para los riojanos. Era evidente por dónde había que aumentar las precauciones en la segunda parte, ya que Zubiri estaba sufriendo y además estaba amonestado. Y aunque se podía intuir alguna ligera modificación, el caso es que los canarios percutieron por la banda defendida por Zubiri. Así, en los primeros cuatro minutos hubo hasta 4 saques de esquina para los anfitriones. El más peligroso, sacado al primer palo y prolongación, lo sacó bajo palos Zubiri.

Era claro que el Mensajero había salido predispuesto a equilibrar el marcador rápidamente. En esa primera oleada, la UDL salió victoriosa y eso que Álex Cruz le buscó las cosquillas a Miguel con un tiro desde fuera del área y Jaime continuaba campando a sus anchas en los córners con varios remates francos, uno de ellos pasada la hora de encuentro, picado que detuvo el capitán blanquirrojo. Reguilón dejaba el campo por lesión y Muneta salía a escena, lo que provocaba variaciones, ya que Coulibaly pasaba a actuar por dentro, mientras que Espina y Muneta ocupaban las alas.

La dinámica no varió mucho, ya que el cuadro canario, con balón, metía a su rival en su campo. El equipo logroñés necesitaba coger aire. Lo intentaba de dos formas: balones sobre Coulibaly y con combinaciones por dentro intentando circular el cuero para mover a un Mensajero que no presionaba tras pérdida. Además, estaba la posibilidad de alguna acción individual, como hizo Muneta pisando área y probando el tiro al que respondió bien Ione.

SIN ARREÓN FINAL DE LOS LOCALES

Se entraba en el último cuarto del choque con todo por decidir. Se intuía un nuevo arreón de los locales al que tenían que estar preparados los blanquirrojos. Mientras llegaba ese empuje, la UDL gozó de una oportunidad para sentenciar cuando Espina asistió a Coulibaly, el cual tras controlar no se lo pensó para buscar el segundo, pero Juanda se lanzó para interceptar el tiro. Javi Rey estaba en el campo en detrimento de Adrián León, que volvió al once tras su suplencia ante el Navalcanero, y el gallego era una apuesta más de que la mejor manera de asegurar el marcador pasaba por adueñarse de la pelota. No sucedió, pero dio igual porque ahora le costaba al Mensajero llevar el cuero a sus hombres ofensivos.

Marcos André sustituía a Coulibaly, el cual veía la amarilla por perder tiempo e ir a darle la mano al colegiado. Dio igual. El Mensajero estaba bloqueado, hacía tiempo que Miguel pasaba desapercibido, su última acción fue un choque con Nacho Rodríguez que acabó con el portero siendo atendido. Mucho balón largo en aras de los locales que moría en saque de puerta. Caneda y Amelibia se anticipaban, mientras que Zubiri ya había cerrado su parcela. Con pocos recursos ofensivos de los anfitriones, se alcanzaban los cuatro minutos de añadido sin ningún zarpazo de un Mensajero incapaz ante la solidez y solvencia de los riojanos.

En la medular, César Remon y Salvador evidenciaron que saben practicar otro fútbol al visto frente al Navalcanero, mientras que Espina o Muneta, por ejemplo, supieron fajarse anteponiendo su brillo individual ante el bloque. Cuestión que parece innegociable desde que Sergio Rodríguez ha tomado el mando de las decisiones. Desde su vuelta, 9 puntos de 9 posible, 7 goles a favor y 1 en contra. En la undécima posición y con 44 puntos todo se mira desde otra perspectiva.

FICHA TÉCNICA

Mensajero: Ione; Gabi Ramos, Jaime, Víctor Marco, Juanda; Kamal, Matías (Dylan, min. 84); Ale González, Borja Rubiato (Viannney, min. 61), Álex Cruz (Yeray, min. 72); y Nacho Rodríguez.

UD Logroñés: Miguel; Zubiri, Caneda, Amelibia, Paredez; Salvador, César Remón, Adrián León (Javi Rey, min. 76); Coulibaly (Marcos André, min. 88), Espina y Reguilón (Muneta, min. 63).

Gol: 0-1, min. 13: Espina, de penalti.

Árbitro: José Lax Franco (Comité Murciano). Expulsó al entrenador visitante en el minuto 17. Amonestó a los locales Ione (min. 12), Álex Cruz (min. 44), Víctor Marco (min. 74) y Kamal (min. 93) y a los visitantes Zubiri (min. 34), Paredes (min. 54) y Coulibaly (min. 88).

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