Cuando el fútbol ayuda a normalizar la enfermedad mental

El fútbol es capaz de sacar lo peor y lo mejor del ser humano. Puede despertar nuestros instintos más primarios y provocar el conflicto, pero también puede unir y tener un efecto terapéutico. En ARFES, la Asociación Riojana de Familiares y Personas con Enfermedad Mental, tienen muy claro esta última función. Su club deportivo, el más antiguo de la comunidad para personas con discapacidad, acaba de imponerse en el torneo Miguel Acosta de fútbol sala, con un equipo formado por personas con enfermedad mental.

Sus miembros son jóvenes entre los 26 y los 44 años que que llevaban una vida normal...hasta que algo se torció. Un cambio brusco, una situación de estrés mal gestionada o un problema que les sobrepasó, unido a cierta predisposición genética, les llevó a desarrollar una enfermedad mental. Una vez diagnosticados, y con la necesaria medicación, comienza la etapa de rehabilitación psicosocial.

Hay que volver a conectarse para lograr llevar una vida normal y ahí es donde el deporte tiene un papel importante. Como explica desde el club, “el fútbol les sirve de enganche a la vida. Cuando llega la enfermedad rompen con todo y gracias a estas actividades sienten que pertenecen a un grupo otra vez y que pueden llevar una vida normalizada. El deporte hace milagros en ese sentido”.

Todos los miembros de este equipo son usuarios de los distintos servicios que ARFES ofrece. El Club ARFES-Rioja lleva varios años participando en este torneo y son varias las veces que se ha quedado a las puertas del triunfo final, obteniendo un segundo o tercer puesto. Por eso acudieron muy motivados a la cita, que tuvo lugar el 24 y 25 de marzo en Málaga.

El torneo Miguel Acosta de fútbol sala se celebra dentro de las actividades del encuentro deportivo europeo 'Tiquitaca por la salud mental', e el que participaron delegaciones de distintas comunidades de España y también de otros países europeos como Bélgica, Portugal, Alemania, Francia o Italia. Su objetivo es promover la inclusión de personas con problemas de salud mental a través del deporte.

En fútbol sala, se vieron las caras 10 equipos divididos en dos grupos. En una fase clasificatoria impecable, el conjunto riojano logró el primer puesto del grupo que compartía con Euskadi, Castilla y León, Andalucía y un combinado europeo. Llegó así a la final, en la que se enfrentaba al Murcia, equipo contra el que ya perdió la final el año pasado.

Sin embargo, en esta ocasión pudieron quitarse esa espinita en un partido muy disputado y emocionante. Llegaron con un ajustado marcador de 3-2 a los minutos finales, en los cuales una contra realizada a la perfección por el equipo riojano le permitió el que, a la postre, sería el 4-2 final que les dio el ansiado título.

Un triunfo deportivo y también social para estos futbolistas, que ya tienen la mirada en el siguiente reto: el 21 de abril, Logroño acogerá una nueva edición del Torneo Nacional 'Puerta Abierta', en el que los riojanos volverán a luchar por estar en lo más alto y también por dar visibilidad a la enfermedad mental, enterrando erróneos tabúes.