“Los agentes forestales estamos desprotegidos”

El suceso ocurrido en la localidad leridana de Aspa este fin de semana, cuando un cazador ha disparado a dos agentes forestales causándoles la muerte, ha reabierto el debate sobre las condiciones de seguridad en las que trabaja este colectivo. En La Rioja, este cuerpo, formado por unos 74 agentes, asegura que vive “una situación clara de indefensión”. Reconocen sentirse “desprotegidos”, debido a las “carencias en seguridad”.

José David Quintana, de CCOO La Rioja, reconoce que los agentes forestales se encuentran con numerosas situaciones conflictivas, aunque no de forma generalizada, cuando tienen que reprender a alguien por estar haciendo algo indebido. “La mayoría de la gente respeta las normas, pero siempre hay algún descerebrado”.

Los enfrentamientos más frecuentes son con cazadores, e incluso algún caso de agresión ha llegado a los tribunales, aunque también ha habido conflictos con ladrones de cobre o con recolectores de setas, sobre todo con “mafias” que recogen a destajo.

“El riesgo es latente y continuo, te enfrentas sin armas con gente armada”. Y es que hasta mediados de los 80, estos agentes eran un cuerpo nacional armado, pero pasaron a depender de cada comunidad y dejaron de portar pistolas y rifles. En La Rioja dependen de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente y poseen un número determinado de armas que se reparten entre ellos por si es necesario, por ejemplo, sacrificar un animal. “En cualquier caso, son armas muy viejas que se han quedado obsoletas”.

¿DEBEN IR ARMADOS?

Ahora el suceso de Lleida ha vuelto a poner en primer plano la necesidad de aumentar las medidas de seguridad. Quintana cree que contar con nuevas dotaciones de armas sería una mejora, pero no evitaría estos problemas. “Ir armados no significa que el riesgo vaya a ser cero”. Cree imprescindible complementar esta medidas con formación para los agentes y con el establecimiento de protocolos de actuación para saber cómo actuar ante un posible enfrentamiento, como ya ocurre en los cuerpos policiales.

También denuncia que el tipo de licencia que necesitan para portar armas no es la misma que la que requieren las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ya que el Ministerio del Interior los equipara a la seguridad privada, con lo que sólo está permitido portar el arma en horario laboral y no pueden llevársela a casa. Reivindican estar en una posición intermedia entre ambos niveles.