Inyección de confianza

Inyección de confianza

Rioja2

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Inesperada. La victoria y la goleada. La UD Logroñés sorprendió a propios y a extraños haciendo pequeño al filial del Real Madrid en su casa, en Valdebebas, en un campo con nombre que infunde respeto, Alfredo Di Stéfano. No importó que Sergio Rodríguez debutara en el banquillo, es más, la tranquilidad que transmite el técnico parece haber surtido efecto para encontrar las soluciones que no llegaban, que habían provocado el relevo y que habían puesto al club en un mar de dudas. Claro que ahora también persisten. Lo de este sábado queda por saber si ha sido un espejismo o si habrá continuidad en Las Gaunas. Es más, incluso si llegará un nuevo entrenador.

Pero más allá de eso, hay que quedarse con los tres puntos, el contundente triunfo, 0-4, y la confianza ganada dentro de la plantilla. Como cabía esperar no hubo revoluciones en el once, no aparecieron cinco o seis jugadores de golpe en la alineación. Mendi y Javi Rey suplían al sancionado Adrián León y a Reguilón, no podía jugar por una cláusula con su exequipo. La sensatez se apoderó de un equipo -vistió de azul- que salió más metido, más decidido, sin tantos miedos. Buscó presionar más arriba, algo que se demandaba, para incomodar a un rival que le gusta dominar y llevar la pelota.

En ese toma y daca por ver quién controlaba el partido, el cuadro riojano no se acobardó, demostró que el balón no le quema -sólo hay que ver el tanto marcado por Muneta-. Los de Solari no se esperaban a una UDL valiente y les costaba hacerse con la manija. Mucho mejor. El Castilla amasaba el cuero, pero sin profundidad, mientras que a los visitantes se les agotaban las ideas en tres cuartas partes del campo, así que lo mejor era acabar jugadas con tiros lejanos, como el de Espina, que hizo lucirse a Carlos Abad.

TRES GOLES EN 12 MINUTOS

Precisamente el meta de los madrileños facilitaría la labor para que la UDL se pusiera por delante. En un córner, el portero no alcanzó la bola y Caneda, cayéndose hacia atrás, encontraba la red entre la maraña de jugadores. 0-1 y 25 minutos de juego. Un tanto que reforzó la moral de los riojanos, sólidos y convencidos de su éxito. La juventud del Castilla se acusó en los siguientes instantes, justo cuando el duelo quedó visto para sentencia.

Muneta, con fortuna en su impacto, culminaba una jugada de tiralíneas en la que Paredes centraba raso para que el vasco lo celebrara dedicándole el tanto a su hijo. El Real Madrid Castilla no se lo podía creer. Prácticamente, dos de tres. Por si fuera poco, Pazó -ya avisó la semana pasada ante el Mensajero que es una amenaza a balón parado- remataba a placer tras una falta lateral al aprovechar el desconcierto de una zaga local blanda en este tipo de lances.

El filial blanco apeló al orgullo en la recta final del primer tiempo y tuvo una gran oportunidad para buscar un cambio de rurmbo. Pero, como en muchas ocasiones viene sucediendo, Miguel apareció con una parada tras un remate de Sergio Díaz. Son de esas acciones que desaniman al atacante. Pese al adverso marcador, el cuadro local salió en tromba en la segunda mitad. Pero la UDL lo intuia y habia replegado para evitar los espacios entre líneas y poder salir a la contra.

MIGUEL, POR SI ACASO

Mientras que ambos conjuntos estaban acomodándose al nuevo escenario, vino una transición ofensiva que terminó con penalti y expulsión del Acharf. Espina engañó a Carlos Abad para confirmar que el viaje que habían hecho los algo más de cien aficionados a Valdebebas había merecido la pena. Un gol que no influyó, por unos minutos, en un Real Madrid Castilla que no se lo podía creer. Como si el resultado no afectara, los anfitriones insistían en su idea de generar ocasiones.

Sin embargo, ahí se encontraba Miguel, de dulce, para desbaratar cualquier oportunidad de un joven conjunto que venía de ganar los tres últimos duelos como local y sin haber encajado. Sergio Rodríguez aprovechó para refrescar a los suyos, Sergio García entraba por Mendi, Salvador ocupaba su demarcación natural en detrimento de Javi Rey, mientras que Cabrera -chaval del filial- aparecía en escena por Muneta. Un aviso para la cantera, para que crea que es posible llegar.

A la UDL no le hizo falta exponer más y aguantó la embestidas de un Castilla que bajó sus prestaciones en el último cuarto de hora, como para no hacerlo al mirar al electrónico. Con la portería a cero, el conjunto logroñés saca pecho, evidencia que necesitaba una inyección de confianza y puede que tras el resultado logrado en Valdebebas, todo sea posible. Ahora hay que darle continuidad a esta victoria porque de lo contrario regresarían los fantasmas, las dudas... y eso es lo último que debe acontecer. Toca disfrutar del triunfo y esperar acontecimientos respecto al banquillo. Por el momento, Sergio Rodríguez, pese a él mismo avisar que es algo transitorio, ha debutado con nota.

FICHA TÉCNICA

Real Madrid Castilla: Carlos Abad; Acharf, Lienhart, Hermoso, Quezada; Enzo (Tejero, min. 56), Valverde, Aleix Febas; Odegaard (Lin, min. 66), Nikos y Sergio Díaz (Javi Muñoz, min. 56).

UD Logroñés: Miguel, Luca Ferrone, Caneda, Pazó, Paredes; Amelibia, Javi Rey (Salvador, min. 74); Muneta (Cabrera, min. 83), Chevi, Espina; y Mendi (Sergio García, min. 61).

Goles: 0-1, min. 25, Caneda. 0-2, min. 35: Muneta. 0-3, min. 37: Pazó. 0-4, min. 50: Espina, de penalti.

Árbitro: Alejandro Muñiz Ruiz (Comité Gallego). Expulsó con roja directa al local Achraf (min. 50). Amonestó a los locales Enzo (min. 32) y Javi Muñoz (min. 75) y al visitante Pazó (min. 70).

Incidencias: 1.553 espectadores en el Alfredo Di Stéfano de Valdebebas, con cerca de 200 aficionados riojanos.

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