Voluntarios anónimos contra el maltrato

La Red Vecinal contra la Violencia Doméstica ha atendido desde su puesta en marcha en 2002 a cerca de un millar de personas, más de 25 ya en lo que va de año, y cuenta para la atención a los diversos casos con más de un centenar de voluntarios.

El consejero de Políticas Sociales, Familia, Igualdad y Justicia, Conrado Escobar, y las presidentas de la Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural de La Rioja (AFAMMER), María Cruz Ruiz, y de la Federación de Asociaciones de Vecinos de La Rioja, María Ángeles Matute, han firmado esta mañana el convenio de colaboración para el mantenimiento de la Red.

La Red Vecinal contra la Violencia Doméstica es una colaboración que se mantiene durante los últimos años y cuya parte más visual es una marcha que congrega a centenares de personas que lo que pretende es ir más allá y llegar a donde la administración no es capaz de llegar. Esta Red Vecinal “tiene una grandísima importancia social y un extraordinario valor preventivo”, ha afirmado Escobar.

A través de la red de más de cien voluntarios se es capaz de escuchar y prevenir futuras situaciones de maltrato. Escobar ha reconocido el valor de las dos instituciones, AFAMMER y la Federación de Asociaciones de Vecinos de La Rioja, y la labor fundamental de los voluntarios. Desde la creación de esta red han sido atendidas mil personas, y se han evitado cientos de episodios de violencia.

Entre los objetivos de la Red Vecinal se encuentran el de informar a las víctimas de los recursos sociales existentes en La Rioja; apoyar y acompañar a las víctimas a las dependencias administrativas, policiales y judiciales; divulgar entre la sociedad riojana el proyecto de la Red Vecinal e impartir cursos de formación específica para los voluntarios que accedan a colaborar en esta iniciativa.

El trabajo de los voluntarios funciona a través de la coordinación de una trabajadora social que les marca unas pautas. Después de cada visita, la voluntaria y la víctima, por separado, hablan con la trabajadora social para ver cómo tienen que seguir trabajando.

Desde la asociación AFAMMER agradece al Gobierno por la apuesta económica “que da fuerzas para seguir trabajando”, ha declarado Ruiz, y a los voluntarios por el trabajo desinteresado que llevan a cabo, ya que, según dice, “son el alma de este proyecto”.

No existe un perfil determinado de la víctima, así como no existe un perfil del maltratador ni de los voluntarios. Sin embargo, se trata de que, víctima y voluntaria, tengan las mismas características para que tengan más cosas en común, por eso, según Matute, “se necesita diversidad de voluntarios”.

Desde la perspectiva del Gobierno, la prevención de la violencia de género, según Escobar, “tiene que trabajarse en tres grupos claramente identificados, entre los colectivos de inmigrantes, en el medio rural y entre los más jóvenes”.