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Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

Una promesa que es muy real

Una promesa que es muy real

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El pasado fin de semana no tocó chapa, pero la buscó hasta el último momento. Sabía que no iba a ser fácil, pero “una vez que estás ahí, buscas ser la mejor”. Quizá esas ganas, esa ambición por mejorar han generado que este año esté siendo el de la explosión para Vega Sánchez-Prieto, judoca del gimnasio Pedro Fernández. El Campeonato de Europa celebrado en Vantaa (Finlandia), pese a acabar en quinto lugar, fue un buen banco de pruebas para saber que esta deportista apunta a un gran futuro por delante; tiene 17 años.

“La temporada iba encaminada a poder estar en el Europeo y cuando conseguí los requisitos -muy exigentes- para poder estar, es decir, cuando logré las dos medallas en las European Cup -una en Coimbra y otra en Fuengirola-, ya sí que traté de conseguir medalla”, explica la judoca. Una deportista que previamente ya se había proclamado campeona de España en sui categoría, junior en menos de 70 kilos, y que además ha sumado cuatro medallas nacionales. Estadísticas que le han servido para ser la número uno del ránking española y poder, de esta manera, competir con la selección en Finlandia en los pasado Europeos.

La competición vivida en la localidad finesa fue exigente, ya que todos los combates se realizaron en el mismo día y con poco margen entre cada uno. Ganó a la alemana Marlene Galandi pese a que “en el primer combate estaba algo despistada”, una cuestión que asume que debe mejorar para próximas citas. Acto seguido cedió ante la británica Chloe Nunn, “tiene un barrido muy bueno y consiguió derribarme, no pude hacer nada”. Momento de recargar pilas, de no bajar los brazos y sacar fuerzas de flaqueza para tener opciones en la repesca y ganarse el derecho al bronce.

LUCHANDO HASTA EL FINAL POR EL BRONCE

Enfrente estaba la francesa Alexiane Cocqueret, “era incómoda, más pequeña que yo, a mí me gustan más grandes porque así puedo dominarlas”. Al final, “le hice un barrido y la conseguí tirar”. Una rival menos. Penúltimo duelo del día ante la bosnia Danica Juric, otra rival “incómoda porque se movía demasiado, daba muchos brincos y eso me despistaba a la hora de poder agarrarla”. Por suerte, lo pudo hacer y se coló en la lucha por la medalla de bronce ante una contrincante con un ránking bajo, pero “que está al nivel de la rusa que ganó el oro”. Se trata de la eslovena Zala Pecoler, “una de las más fuertes de mi peso”. Admite que “hubo opciones”, pero no pudo ser. Se tuvo que conformar con el quinto puesto. Un gran resultado, más allá de que Vega Sánchez-Prieto quería más, siempre lo quiere.

Que no descansa es un hecho, puesto que casi todos los fines de semana hay algún torneo en el que participar. En este sentido, el fin de semana del 23 y 24 de julio acudirá a la República Checa. “Esto no para, aunque sí que después tendré algo más de descanso” para preparar a conciencia la próxima temporada, que comenzará una vez acabado el verano. Hasta la siguiente cita continuará corrigiendo errores, entrenando “entre dos y dos horas y media diarias, más la competición del fin de semana”, es decir, a lo que está acostumbrada desde hace tiempo.

Vega Sánchez-Prieto se inició en el judo casi por casualidad. “Mi madre lo practicaba y nos apuntó a mi hermana y a mí. Al principio, la verdad es que no nos convencía la idea, pero luego ya sí que nos gustó tanto que íbamos todos los días”. Así se enganchó a una especialidad en la que tuvo que convivir con compañeros que alcanzaban las medallas y ella ni siquiera podía pelear por ellas. “Los tenía como referencia. Decía, voy a intentar copiar sus entrenamientos o hacer lo que ellos hacen para tratar de conseguir lo mismo que ellos”, señala. Ahora, en cambio, “hasta me atrevo a dar consejos”, dice entre risas.

“SOMOS LA ISLANDIA DE LA EUROCOPA PERO DE ESPAÑA”

Lo que todavía no consigue quitarse, quizá cuestión de la edad, son los nervios antes de una gran cita. “Estoy nerviosa tres días antes de la competición y el día anterior me cuesta mucho dormir”, revela esta judoca que acepta la gran dificultad que supone ser la mejor en este deporte: “La diferencia que marca a un gran competidor de otro es el tema de concentración”, afirma. En similar línea habla Pedro Fernández, del gimnasio Pedro Fernández, el cual explica la complejidad de esta disciplina: “Si pierdes un combate ya no puedes competir por el oro. Eso exige mucho sobre todo si quieres estar en lo más alto”.

Para valorar los éxitos recientes del judo riojano a nivel nacional, el responsable del gimnasio comenta que “La Rioja, haciendo una comparación, es como la Islandia de la Eurocopa, pero en España”. Aunque hay un aspecto diferenciador, “nosotros no hemos llegado a cuartos, algunos chavales riojanos son los campeones saliendo de una Comunidad pequeña”. Sin duda Vega Sánchez-Prieto abandera una generación de judocas riojanos dispuestos a dar mucha guerra en los próximos años. Algo se estará haciendo bien desde la base.

Para comprender el judo, la riojana Vega Sánchez-Prieto relfexiona que “en este deporte luchas contra el contrincante. Pero no sólo eso, además luchas contra ti mismo”. En este sentido, la mente, a veces, juega malas pasadas. Por el momento, sabe que “tengo que mejorar en el tema de la concentración”, y eso que le gusta que “me aparezcan los fantasmas porque quiero superarlos. Tengo ganas”. Una muestra más de su ambición.

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