“La bici ha venido para quedarse”

La bicicleta forma parte, cada vez más, del paisaje urbano, lo que ha obligado a las administraciones a ponerse las pilas para gestionar un nuevo modelo de ciudad, en el que peatones, bicicletas, motos, autobuses y coches convivan pacíficamente. ¿Está haciendo los deberes el Ayuntamiento de Logroño? El concejal de Medio Ambiente, Jesús Ruiz Tutor cree que sí y asegura que la ciudad cuenta con una Red de Movilidad “mejorable, pero razonablemente aceptable”.

La premisa es buscar fórmulas para normalizar la situación y que la bicicleta se integre sin molestar al peatón, que es “el que tiene más derecho, porque es el más vulnerable y no se tiene que sentir agredido”.

Pero el concejal no cree que esto sea un problema, ya que considera que la ciudad “ya acepta con normalidad” la presencia de bicis en las calles y la existencia de vías pacificadas. La prueba es, para Ruiz Tutor, que “Logroño es una ciudad segura, según las estadísticas”.

DOBLE CIRCULACIÓN EN CALLES PEATONALES

Una de las últimas medidas aprobadas, incluida en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible, ha sido la doble circulación para bicicletas en la calle Portales, que se extenderá al resto de calles peatonales. Esto ya se hacía, y de hecho el edil asegura que “nunca se ha multado a nadie por ir en doble sentido, sino por conducir de forma temeraria”. Lo que ahora se consigue con esta medida, por tanto, es dar seguridad jurídica a este hecho.

No opina igual el colectivo Logroño en Bici, que niega que la mayoría de ciclistas multados estuviera circulando de forma peligrosa. Sin embargo, Ruiz Tutor confía en los agentes de la Policía Local e invita a los agraviados a recurrir la sanción.

Sí reconoce el concejal que Logroño, y en general cualquier ciudad, ha estado diseñada para dar prioridad al coche y admite que ha sido complicado para los técnicos municipales “diseñar ese proceso de transición”, en el que se han producido errores, como crear carriles bici invadiendo el espacio de los peatones. “El que haya un carril bici en una acera es un síntoma del fracaso de integración de la bici en la movilidad ubana”, subraya.

Como asignaturas pendientes para analizar en la ejecución del PMUS, cita las rotondas o los pasos de peatones y también la posibilidad de permitir a las bicis circular por las aceras, siempre y cuando éstas sean anchas y sólo a determinadas horas del día y sin interrumpir al peatón.

En cualquier caso, concluye, lo cierto es que “cuantas más bicis hay en la ciudad, el tráfico se calma más. La bici ha venido para quedarse” .