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“El problema es que usamos el coche para todo”

"El problema es que usamos el coche para todo"

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Dobles filas, atropellos, atascos...¿Cómo podrían evitarse? ¿De qué forma puede mejorarse la movilidad en Logroño e incrementar la seguridad de peatones, conductores y ciclistas? Desde la Asociación de Taxistas de La Rioja lo tienen claro. La solución pasa por usar más el transporte público y menos el coche.

Su presidente, Javier Vallilengua cree que los problemas de tráfico estriban en que “se usa el coche en Logroño para todo”. Y para ilustrarlo, invita a cualquiera a pasarse por la Gran Vía, Murrieta o la calle Norte de 18:30 a 19:30 horas, o por cualquier colegio por la mañana, cuando cada padre aparca en doble fila para llevar a su hijo hasta la misma puerta del colegio. “La calle República Argentina parece un eslalon y en la última rotonda de CHile hay un golpe cada 10 minutos”, añade.

Con este panorama, Vallilengua entiende perfectamente las denuncias de los colectivos de ciclistas: ¡Cómo no se van a quejar, si tienen que sortear 50.000 vehículos!“.

“USUARIOS VAGOS”

En contraste, “los medios de transporte públicos están vacíos, es una vergüenza. Los autobuses van vacíos y los taxistas están, muchas veces, muertos de asco”. Y, todo ello, como explica el presidente de los taxistas, “pese a que contamos con los mejores precios de taxis y autobuses de la Península Ibérica”, asegura.

“Si tenemos un buen servicio y no lo usamos, el fallo es del usuario, que es vago por naturaleza”, zanja Vallilengua, para quien “lo que pasa en Logroño no pasa en otras ciudades”, en las que se usa mucho más el transporte público.

“Si la gente usara más transporte público y menos coches privados, el tráfico sería más fluido y circularíamos en más armonía”, subraya. Sobre todo, teniendo en cuenta que “Logroño es una ciudad compacta, en la que no hay distancias y que no está preparada para tanto coche”.

Para el representante de los taxistas riojanos la educación vial, desde el colegio, sería clave para revertir esta situación. Hay que aprender a ser peatón, “la gente se tira al paso de cebra en cuanto ve llegar a un coche”, lamenta Vallilengua.

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