35 años de participación activa de los vecinos

Hace 35 años, sus desvelos los provocaban la falta de infraestructuras y equipamienots. Hoy su apuesta se centra en una ciudadanía que tome las riendas de su propia vida donde lo comunitario es su mayor activo. Y por el camino, una lista de personas, vecinos que, voluntariamente, apostaron, y siguen apostando por los procesos de participación. La Asociación Vecinal Madre de Dios cumple 35 años. Juan Carlos Martínez es el presidente.

¿Qué queda de aquella asociación que surgió hace 35 años?

Queda una dilatada biografía escrita por personas que de forma voluntaria y altruista pusieron en marcha innovadores procesos de participación ciudadana. Es la labor de esas vecinas y vecinos lo que nos ha permitido celebrar con orgullo nuestro trigesimoquinto aniversario. De ellos recibimos la fuerza y por ellos la transmitiremos a generaciones futuras.

¿Cuáles eran las reivindicaciones de entonces y cuáles son las actuales?

Cuando nació la Asociación, las reivindicaciones iban encaminadas a conseguir infraestructuras y equipamientos. Mas tarde los desvelos se enfocaron a conseguir un modelo de ciudad igualitaria. Jovenes, mujer y tercera edad, se beneficiaron del esfuerzo colectivo.

Hoy en día, tras unos años de perdida de base social y de empuje, apostamos por una ciudadanía activa y participativa. Una ciudadanía que tome las riendas de su propia vida, que no delegue en otros lo que es cosa de todos.

¿Cómo ha ido evolucionando la asociación, el centro cívico, y el barrio en todos estos años?

La asociación y el barrio son fiel reflejo de los tiempos que corren. Y de hecho, la estética del barrio, con su expansión hacia el río ebro, no ha podido ocultar la enorme brecha social que se percibe en el contraste del entorno del Paseo Prior y el cada vez mas degradado centro histórico del barrio. Un urbanismo gestado de espaldas a las personas hace aun mas dramática esta situación. Necesitamos remodelar el espacio público para hacerlo mas sostenible y humano.

¿Cuál es el logro del que os sentís más orgullosos?

A lo largo de la historia de esta asociación se han conseguido grandes logros, dignificar el “cole” Madre de Dios, el Centro Joven, residencia de ancianos, Centro Cívico... Pero lo que mas satisfacción nos da es que todo se ha conseguido gracias a la participación activa de las vecinas y vecinos. Ese sentido de lo comunitario es nuestro mayor activo.

¿Cómo ha sido la relación con las instituciones durante todo este tiempo?

Casi siempre resultan frustrantes, manejan unos tempos que aniquilan cualquier intento participativo. Las administraciones, sobre todo la local, han de mejorar sus relaciones con la ciudadanía para hacerlas mas efectivas y afectivas.

En estos 35 años han conseguido hacer de este rincón de Logroño, un punto abierto a todo tipo de manifestación, disciplina, iniciativa vecinal….

Efectivamente todo cabe en este espacio autogestionado, unas mínimas prescripciones relativas al respeto de los derechos humanos y valores fundamentales que franquean la puerta a todo el que tenga algo que aportar. Y de hecho, todas las actividades tienen como premisa que todo el que quiera, pueda.

¿Qué tipo de actividades se ofertan ahora mismo en el Centro, quién las imparte?

Tenemos actividades de todo tipo, culturales, de ocio, de cuidado del cuerpo y del espíritu, dinámicas teatrales, etc, etc, etc. Todas las actividades están ofrecidas por personas que, sacando tiempo de los quehaceres familiares y obligaciones laborables, quieren compartir su experiencia o sus habilidades con otros.

Lo importante no es la actividad, lo importante es crear un espacio donde las vecinas y vecinos compartan sus vivencias, inquietudes, preocupaciones …que les ayude a crecer en humanidad y conciencia social. Concevimos el Centro Cívico como una herramienta de transformación social comunitaria.

¿Y los proyectos de futuro?

No nos ponemos limites. Llegaremos allí donde vecinas y vecinos quieran llegar. Y por la ilusión con que se vive en la Asamblea de Gestión del Centro Cívico y en la Junta directiva de la Asociación, sera muy, muy lejos.

¿Cómo habéis celebrado estos 35 años?

Con sencillo acto pero cargado de simbolismo, con una exposición de fotografías del barrio cedidas por las propias vecinas y vecinos. Después, todos juntos, degustamos una sabrosa merienda mientras hablamos de las necesidades del barrio, de la situación actual y del futuro. Sin duda, la excusa perfecta para ver y oír a nuestras vecinas y vecinos, compartir recuerdos construyendo entre todos la memoria colectiva que nos impulse al futuro.

Sin participación no hay asociación, sin participación perdemos la esencia de nuestro barrio.

VECINAS, VECINOS TOMEMOS NUESTRO BARRIO. JUNT@S LO HAREMOS.