Espesos en ataque

Espesos en ataque

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Tercero con 18 puntos. El líder Racing de Ferrol queda a 5, el quinto clasificado, Pontevedra -próximo rival-, queda 2 por debajo. Objetivamente, el UD Logroñés está con los mejores. Quizá no le gustaría estar tan lejos del primero, pero es lo que hay. Toca apechugar y aprender de los errores para no dejarse más puntos en el camino. Sobre todo si enfrente hay un rival que se limita a destruir, a cerrar espacios, a estar ordenado y acabar con la paciencia de una UDL sin chispa, sin alma, puede que con carácter, pero sin ideas, ausente en ataque, previsible en su concepto, impreciso en los pases y en los centros, impotente en el remate.

El Sporting B hizo su partido. Para haberlo acabado con matrícula de honor le faltó firmar alguna contra y haber batido a un inédito Miguel. En las tareas defensivas hizo lo que había planeado: atascar a su contrincante. Orden, solidaridad en el esfuerzo, trabajo constante... Suficiente para que los de Carlos Pouso mostraran sus carencias. Ver a Borja y Adrián León tocar en horizontal y retrasar hacia Miguel para comenzar por el otro lado fue sintomático de que faltó mucho para inquietar a un filial que tiró de competitividad, se olvidó los patrones que acostumbran a un segundo equipo y desquició a una UDL bloqueada.

Ni Chevi ni Pere Milla -después Muneta- dieron un paso al frente, asumieron galones, cogieron la manija y quisieron la pelota. Cierto que su oponente no les dejó, les presionó para que no estuvieran cómodos, para que el ritmo fuera cansino. Titi e Íker Alegre querían correr, querían encontrar espacios, querían centrar, querían ser letales para los suyos, querían... pero nunca pudieron. Carlos Fernández trabajó, se movió, se desmarcaba en ruptura, iba en apoyo... nada de nada. El ataque posicional era espesísimo. Demasiado. Lento, parsimonioso y casi siempre acaba con balón o para el rival o fuera del campo.

Sin fe en la victoria

Lo apuntaba Carlos Pouso en la rueda de prensa: “Con esta dinámica, vas perdiendo la fe en la victoria”. Por ahí debe trabajar el técnico vasco en las próximas citas. Porque este UD Logroñés apunta a ser uno de los aspirante, ya no se puede retroceder en ese concepto. Y es normal que los rivales se cierren, no dejen espacios para que los extremos tengan una autopista, que se junten para evitar que Muneta o Pere Milla filtren ese pase decisivo, que Carlos Fernández (o Jordan) no tengan libertad de movimientos, deban jugar de espaldas y no puedan correr. Hay que encontrar recursos que ante el Sporting B no se vieron.

Las jugadas de estrategia, hasta la fecha, solventaban la papeleta, abrían los partidos. Pero este domingo no hubo manera. Julio Rico estuvo cerca. Probablemente, el triunfo hubiera escondido el juego, pero con el empate es evidente el desasosiego en la grada que hasta silbó al final del partido. Habrá que esperar si hay continuidad para valorar, aunque Pouso señaló que “no creo que hayamos merecido los pitos, si los ha habido, pero el público es soberano y libre de expresar su opinión”.

Puede que si el árbitro, a instancias de su asistente, no hubiese sancionado con fuera de juego el remate de Carlos Fernández el duelo habría encontrado otro escenario. Sin embargo, todo estaba de que no. El aspecto positivo fue que los locales, en defensa, no estuvieron inquietos. Tampoco lo intentó el Sporting B, más pendiente de destruir que de crear. La seguridad defensiva es un aval, pero querer ser primero es otra cosa, para recortar 5 puntos al Racing de Ferrol hay que recuperar la frescura, hay que visualizar diferentes caminos para llegar a la portería contraria.

Los últimos 180 minutos, ante Izarra y Sporting B, determinan que se ha perdido la magia, que la UDL ha olvidado cómo atacar. ¿Puede empezar a pasar factura el éxito de la Copa del Rey? Es necesario dar con la tecla para revertir una situación que puede enquistarse si aparece la ansiedad, la precipitación... y los resultados no acompañan.

UD Logroñés: Miguel; Julio Rico, Borja, Adrián León, Paredes; Jacobo, Chevi; Titi (Álvaro González, min. 61), Pere Milla (Muneta, min. 56), Íker Alegre; y Carlos Fernández (Jordan, min. 70).

Sporting B: Javi; Sergio Menéndez, Víctor Ruiz, Alberto, Garrido, Mario, Pedro (Chus, min. 82), Cyril, Pablo, Mera (Ramón, min. 65) y Bustos (Guillermo, min. 59).

Goles: No hubo.

Árbitro: Aimar Velasco Arbaiza (colegio Vasco). Amonestó a los locales Carlos Fernández (min. 49) y Borja (min. 73); y a los visitantes Víctor Ruiz (min. 52), Garrido (min. 64), Cyril (min. 85) y Ramón (min. 87).

Incidencias: 2.271 espectadores, según informó el club organizador.

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