Créditos sin nómina, la alternativa de financiación

Si bien la economía está mejorando a pasos agigantados en la última temporada no menos cierto es que aún hay muchos problemas en el aspecto laboral, viendo cómo tantos deben hacer frente a imprevistos aún a pesar de contar con situaciones personales complicadas e incluso pudiendo estar sin una nómina fija a la que recurrir. ¿Qué hacer en estos casos? El flujo de crédito convencional se ve mermado, y en muchas ocasiones incluso cerrado, por lo que se requieren alternativas factibles; y una ellas, y quizá la más interesante que nos podríamos encontrar, es la de los créditos sin nómina.

En líneas generales se trata de un tipo de financiación que puede hacer que las necesidades del día a día, o los imprevistos acaecidos, puedan ser cubiertos; y básicamente consiste en la concesión de pequeños préstamos a corto plazo, donde los clientes, de manera online, pueden acceder al dinero sin las complicaciones que suelen poner de por medio las entidades bancarias.

No hay largos procesos de estudio, no hay interminables entrevistas en oficinas donde el empleado de turno evalúe hasta el pasado crediticio del bisabuelo, y lo más importante, son créditos sin nómina; vamos, que no se solicita este papel para expedir el dinero solicitado. Y quien dice nómina también dice avales, pues no hay necesidad de presentar documentación de este tipo.

Más allá de los bajos requerimientos, que básicamente se limitan a disponer de DNI (o NIE), de una edad comprendida entre los 21 y 75 años, y de cuenta bancaria. Los créditos sin nómina tienen la ventaja de que tras la solicitud se transfiere el dinero inmediatamente , por lo que su lado positivo frente al sistema de financiación tradicional es la rapidez. Hasta 300 euros podréis tener en vuestras cuentas corrientes en caso de necesidad; disponiendo, en la mayor parte de las situaciones, de hasta 30 días para realizar la devolución. Y encima, por si no fuera suficiente, en empresas como Vivus podréis contar con el primer crédito sin nómina sin coste alguno; es decir, que si pedís 300 euros, devolveréis el mismo importe.

En toda Europa, y también en otras regiones del globo, se ha visto cómo ésta nueva alternativa de financiación ha sido una salvación para millones de familias, pues el desplome de la banca tradicional, e incluso la desaparición de muchas de estas entidades, ha hecho que la financiación tradicional se haya visto recortada hasta límites insospechables; haciendo que los requisitos de acceso a financiación se hayan visto limitados.