'MasterChef 12' repescó al legionario terraplanista y expulsó a la “más conflictiva” pero de forma temporal

Pilar, Samya y Pulga, en 'MasterChef 12'

Paula Hergar

El séptimo programa de MasterChef 12 demostró su potente apuesta por el show garantizándose la continuidad de dos de sus aspirantes más polémicos.

El primero fue David que se convirtió en el repescado de la edición, tras haber generado varias críticas por sus declaraciones terraplanistas y negacionistas.

A la vez, muchos respiraron tranquilos al ver la expulsión de Samya: “Me alegro porque era la más conflicitva”, decían sus compañeros. Sin saber que los jueces le habían obsequiado (semanas atrás) con un delantal inédito que le daba una segunda oportunidad si alguna vez era eliminada.

Primera prueba con un castigo ejemplar a Gonzalo

Para celebrar que los aspirantes habían llegado al séptimo programa, el jurado les sorprendió con una enorme bandera arcoíris, del orgullo y la diversidad, formada por frutas y verduras. Junto al jurado, Marta Verona, ganadora de la sexta edición, y Verónica Ratero, duelista de la décima, explicaron que estos productos están llenos de fitoquímicos, unos compuestos bioactivos que se encuentran en alimentos de origen vegetal, fundamentales para nuestra salud y para prevenir muchas enfermedades.

En este primer reto de la noche, pudieron hacer un plato libre lleno de fitoquímicos, en el que predominaran las frutas, verduras, cereales, legumbres y frutos secos. Con el límite de incorporar una única proteína animal.

Acabado el tiempo, empezó una cata en la que los platos que decepcionaron fueron los de María por hacer un “risotto puré que no estaba ni bueno ni malo”, Jose por una mezcla de carpaccio y gazpacho “malísimo”, Alberto por un “aspecto de tartar raro”, Pilar por una berenjena “insulsa”, Samya por un sabor a canela que “no pintaba nada” y Pulga por “un batiburrillo de verduras”.

Pocos fueron los que gustaron a los jueces, pero alguno hubo como el de Celeste que presentó un taco “decente”, Ángela por un gazpachito “riquísimo” y Gonzalo por unas tostas “muy buenas”. Pero Pepe castigó a este último por acabar su plato fuera de tiempo, tras decir “manos arriba”. Le dio el delantal negro y él acató con enfado: “Es lo que tiene saltarse las normas”.

Por lo que Ángela se alzó con el mejor plato que estará en la carta del restaurante del programa.

Prueba de exteriores con una repesca con un gesto cruel

El jurado y los aspirantes viajaron hasta Oviedo, ciudad que ostenta este año el título de Capital Española de la Gastronomía 2024. Allí, anunciaron la ansiada repesca del talent culinario. Con todos los expulsados, excepto Tamara que se marchó voluntariamente ante la criticada reacción de Jordi Cruz.

Adriana, Ramón, Tessa, Choco, David y Maicol reaparecieron en la Catedral de San Salvador de Oviedo, donde cocinaron (frente a los aspirantes) un menú firmado por el chef Nacho Manzano, con los mejores ingredientes de esta tierra, que cataron 110 importantes personalidades de la ciudad. 

Entre los aspirantes, los equipos se formaron de la siguiente manera: el rojo capitaneado por Ángela con Alberto, María, Celeste y los azules conducidos por Gonzalo junto con Pulga, Jose, Pilar y Samya.

Tras un cocinado tan caótico como tenso pero resolutivo, los jueces valoraron a cada uno. A Gonzalo le felicitaron por la actitud pero criticaron que se “aturullara”. Uno de los errores del equipo fue el maltrato de los percebes. A Ángela también le aplaudieron su capitanía por el liderazgo y la gestión. Por todo ello el equipo ganador fue el rojo.

Por otro lado, los exaspirantes fallaron en los erizos de Ramón, las elaboraciones de Adriana, la tarta tatín de Choco y el postre errado de Tesa. Por lo que la repesca estuvo entre David y Maicol pero uno lo hizo mejor y Jordi optó por la crueldad: “Te voy a dejar que se lo pongas tú”, le susurró a Maicol que tuvo que ponerle el delantal blanco a su compañero. “Siento impotencia”, dijo el eliminado.

Prueba de eliminación con la despedida de Samya... ¿temporal?

De regreso a la cocina, el jurado continuó con su misión de educar el paladar de los aspirantes. Gonzalo, Pulga, Jose, Pilar y Samya llegaron con los delantales negros para catar una sopa tailandesa elaborada con 42 ingredientes. Después, elaboraron un plato libre únicamente con los ingredientes identificados.

A mitad de cocinado, los jueces permitieron que los delantales blancos ayudaran a los negros durante 15 minutos, si ellos aceptaban. Y así lo hicieron. Ángela fue con Pilar, David con Gonzalo, María con Jose, Celeste con Samya y Alberto con Pulga.

No fueron los únicos que cocinaron, también lo hizo Samantha por primera vez y hasta Jordi y Pepe bromearon sobre ello: “Podemos decir que tú y yo vimos a Samantha cocinar”. Ella les presentó un plato con sus nombres en homenaje a los años juntos y ellos lo saborearon.

Tras ello, empezó la cata real. Pilar presentó un guiso “flojito”, Samya hizo un mar y montaña “seco, encartonado y sin sabor” del que no pudieron decir nada bueno, Pulga entregó una merluza que tampoco convenció, Gonzalo apostó por un plato “rico” y al de Jose le aplaudieron.

Por todo ello, los aspirantes en peligro fueron Samya y Pulga. Hasta que Pepe sentenció: “El aspirante que debe abandonar las cocinas es Samya”. Una decisión que dejó en el aire a todos porque sabían que tenía el delantal dorado que le daba una segunda oportunidad. “Me alegro más de que se vaya ella, que de quedarme, porque se va la más conflictiva de toda la edición”, dijo Pulga.

Y el programa dejó su continuidad en el aire, recordando el momento en el que le regalaron el delantal. “Volveré y resurgiré de las cenizas como un águila” decía ella en totales. Por lo que todo apunta a que la próxima semana regrese como si nada.

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