Con balas de fogueo

No querían acabar, o eso parecía. Hasta 22 penaltis hicieron falta para conocer al ganador del Trofeo Ciudad de las Verduras. Hasta que ambos equipos se pusieron de acuerdo para desempatar. Hasta que Aitor Navarro, sí el portero, marcó su lanzamiento y Joni, el meta rival, lo falló. Así fue como el UD Logroñés se lleva un trofeo a guardar en sus jóvenes vitrinas. ¿El partido? Acabó en empate a dos y sirvió para probar cosas, para dar rodaje a los que menos juegan y para comprobar que el conjunto blanquirrojo no arrolla, que le falta empaque en determinados momentos y que debe seguir trabajando para consolidarse en la fase de ascenso.

Después de cuatro días de descanso, de viernes a lunes incluidos, y con la mente, como tiene que ser, en el duelo ante el Coruxo del domingo, la UDL, sin Miguel ni el lesionado Abaroa, jugó en La Planilla ante un Calahorra sin presión y jaleado por su afición. Carlos Pouso distribuyó los minutos de los suyos e incluso contó con futbolistas que habitualmente entrenan con el bloque blanquirrojo, caso del portero Aitor Navarro, Míchel o Jordan. Así, de partida el técnico vasco saltó con Fermín, Miguel Santos, Zubiri, Herreros, Álex Santelices, Míchel, Jacobo Trigo, Amaro, Joel Valencia, Camochu y Ubis. En el Calahorra, Eduardo Arévalo también rotaba: Picuchos, Sito Castro, Guilermo, Marcos Martín, Chacón, Escudero, Cristian, Moisés, Del Puente, Garrido y Manu Balestero.

Resultó una primera mitad en la que el cuadro visitante trató de imponer su categoría con más llegadas al área rojilla. Ubis fue uno de los protagonistas hasta el descanso, ya que siempre estuvo en las mejores acciones visitantes. Así, fue el autor del 0-1, de penalti tras una mano, en el minuto 20. El Calahorra reaccionó de forma inmediata y Del Puente, con un tiro lejano, empató en el 21'. Pese a las tablas, el UDL quería más y buscaba la portería de Picuchos, aunque sin acierto en el remate: hasta tres tiros de Ubis, un lanzamiento de Miguel Santos y una oportunidad para Joel Valencia.

Infinidad de cambios

El descanso sirvió para que ambos entrenadores movieran sus piezas. En las filas rojillas saltaban a escena Edu Gil, Omar, Herce, Noé, Toledo, Israel Losa y Joni, mientras que en la UDL, Íker Alegre, Titi y Gago en los primeros en entrar. Minutos más tarde lo harían Aitor Navarro, Moisés, Sergio Martínez, Chevi, Muneta, Julio Rico y Jordan. Mientras ambos conjuntos se asentaban, Camochu puso a los suyos por delante en el minuto 50 después de un tiro de Ubis que rechazó Joni. Con el 1-2 y mientras los blanquirrojos, tras el carrusel de sustituciones, trataban de ubicarse en el campo, Chacón empataba pasada la hora de encuentro. Un tanto que abrió por completo el choque. Fueron minutos de ida y vuelta, de esos que acostumbra la UDL cuando Chevi y Muneta están en el campo -aviso para tratar de mejorar este aspecto-. El gol rondó las dos áreas, aunque fue Titi el que estuvo más cerca de romper la igualada.

Tras los más de 90 minutos disputados, el campeón se iba a decidir en la tanda de penaltis, una de las más largas que se recuerda en territorio riojano. Íker Alegre fallaba, mientras que Aitor Navarro paraba el lanzamiento de Omar. Moisés ponía a los logroñeses por delante, pero Toledo empataba a continuación. Muneta no fallaba, mientras que Sito Castro lo tiraba fuera. Jordan daba ventaja a los suyos (1-3). Noé recortaba y Menudo daba la oportunidad de empatar a Edu Gil. El central marcó (3-3), lo que provocó una muerte súbita de infarto.

Julio Rico y Moisés anotaban. Joni detenía el penalti de Gago e Israel Losa lo enviaba al poste. Nuevo empate. Chevi, Guillermo, Titi y Herce daban emoción (6-6). Sergio Mártinez se topaba con el larguero y permitía que Cristian le diera el triunfo al Calahorra, pero el centrocampista rojillo la mandó al poste. 20 penaltis tirados y los porteros iban a decidir el resultado. Aitor Navarro, por las filas blanquirrojas, sí marcaba, mientras que Joni, no. 6-7 en los penaltis y triunfo para un UD Logroñés que se tomó el choque ante el Calahorra como un entrenamiento de calidad en un campo de hierba natural. El domingo, seguro, que será otra historia.