Los recortes también han llegado a la centralita del San Pedro

STAR ha dado a conocer en una nota de prensa la situación de la centralita del hospital San Pedro que “está operativa las 24 horas del día, y cuenta con una amplitud de extensiones innumerable”, ya que “no sólo atiende las llamadas exteriores, sino también las del CIBIR y las del Hospital de la Rioja, así como la mayoría de las comunicaciones telefónicas internas del propio hospital”.

Cada telefonista, continúan, “llega a atender hasta unas 600 llamadas por turno, es decir 85 llamadas cada hora y, actualmente, donde debería haber tres telefonistas por turno, suele haber dos o incluso uno si es por la tarde”. “Esto nos lleva a la conclusión de que en la centralita del hospital San Pedro está sucediendo lo mismo que en el resto de nuestro Servicio de Salud: se recorta personal, no se cubren las bajas, permisos, jubilaciones, etc”.

Y ante ello se preguntan “¿Cuál es el resultado? Un triple efecto negativo: Por un lado usuarios que tienen que soportar largas esperas al teléfono, por otro lado los telefonistas saturados que tienen que aguantar el enfado de los ciudadanos y trabajadores. En tercer lugar un entorpecimiento en el funcionamiento interno del hospital ya que la centralita es utilizada para la comunicación del personal, como pueden ser llamadas para requerir la presencia de cualquier profesional, desde el médico hasta el celador”.

En “un intento fallido de agilizar el servicio, este verano se puso en funcionamiento un servicio de contestador automático que sustituye al telefonista. Pasamos así de la atención directa y personal, a tener que seguir las órdenes de una 'máquina parlante' con la que el ciudadano puede llegar a desesperarse, teniendo en cuenta que uno de los principales demandantes de atención son personas mayores con dificultades en el uso de nuevas tecnologías. Algo similar ha ocurrido con el teléfono de cita previa de los Centros de Salud”.

Esto, finalizan, “nos hace pensar que la finalidad de todos estos cambios y recortes de personal, no es otra que la de privatizar otro servicio, privándonos a los riojanos de una sanidad pública de calidad, eficaz y eficiente y con prestigio”.