Presentan una denuncia ante Fiscalía por un “bebé robado” en La Rioja en 1962

Presentan una denuncia ante Fiscalía por un "bebé robado" en La Rioja en 1962

Europa Press

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Antonio Martín Escorza ha presentado una denuncia ante la Fiscalía de La Rioja por el presunto robo de su hermana Sara, cometido al poco de nacer el 16 de marzo de 1962, en desaparecida clínica 'Santa Cruz' de la capital, que luego acogió la Jefatura Superior de Policía de La Rioja.

El denunciante reclama al fiscal que “investigue las falsedades existentes en el legajo de aborto de su hermana - denominación por parte de la administración a la partida de nacimiento de un bebé que no llega a un día de vida-, y que, en su opinión, ”constituyen un delito de falsedad en documento público“.

Asimismo, ha pedido a la Fiscalía que examine los legajos de aborto de los años 1962 y 1963 de Logroño porque tiene “indicios”, y en un caso “certeza”, de que “contienen falsedades constitutivas de delito”. En la información, ha señalado que no ha podido hacerlo porque la jueza encargada del Registro Civil, se lo “prohibió”.

En cuanto al legajo de aborto de su hermana Sara, el médico Roberto Bazán Cárcamo, ya fallecido, certifica con su firma que “la madre ha dado a luz un feto, de unos ocho meses, en el domicilio familiar, calle Pérez Galdós, 4, cuya muerte se produjo antes del alumbramiento”.

El legajo está avalado, también, por Luis Mues García, que confirma todo lo anterior. Esta persona “es totalmente desconocida de la familia. No sabemos quién es”, ha afirmado.

Para el denunciante, periodista de profesión, “no hay ninguna verdad en ello”, porque dice que su hermana “nació por cesárea de urgencia en la clínica Santa Cruz. Yo la vi viva y la recuerdo con la carita sonrosada, aparentemente sana y respirando apaciblemente”.

“Es verdad - ha añadido Martín- que la niña fue apartada de la familia de forma anormal y estuvo sola en una habitación distinta”. Además, “cuando fui descubierto por una mujer, no recuerdo si monja o enfermera, ésta me ordenó salir de allí de inmediato y lo hizo de forma airada y desabrida, pese a mis protestas porque yo deseaba estar con mi hermana, como así se lo pedí encarecidamente”.

Inexactitudes

El denunciante destaca, asimismo, que el Ayuntamiento de Logroño “aún hoy en día contradice el legado de aborto” al afirmar en una notificación oficial del Negociado S. Comunitarios, de fecha 30 de enero de 2013, que el feto fue trasladado al cementerio “procedente de la Residencia Sanitaria”, cuando la niña “no estuvo en el citado centro hospitalario, aunque este comunicado del Ayuntamiento debe deberse a un error administrativo, simplemente, basado en errores anteriores.

También se dijo a la familia que la niña había sido bautizada “in artículo mortis” y se le había impuesto el nombre de Sara. Sin embargo, “no existe ningún registro de este hecho ni en la catedral de la Redonda, donde por jurisdicción pertenecía la clínica; tampoco en la iglesia de Santa Teresita, nuestra parroquia; ni siquiera en la iglesia de los Carmelitas, a escasos metros del centro sanitario”.

“No existe ninguna Fe de Bautismo de este bautismo. Así me lo han hecho saber en las tres iglesias”, ha afirmado.

Delitos en los archivos

El denunciante, ha indicado que ha hecho investigaciones y todo lo que ha descubierto le “reafirma en sus sospechas”.

“Tengo indicios, afirma, y en un caso certeza, de que hay más falsedades en otros legados de aborto del Archivo Histórico de la Rioja, incluso sospecho de que un mismo médico firmaba muchos legajos. Por eso mismo, he instado al fiscal a investigar en esa línea”.

Martín solicitó poder acceder a los legajos de aborto de los años 1962 y 1963, en un escrito de fecha 27 de abril de este año, ante la jueza del Registro Civil de Logroño, que le ha denegado el permiso en auto que ha conocido la pasada semana, basándose, entre otras cosas, “en el derecho a la intimidad de las personas”.

“Acato la decisión de la jueza, pero no la comparto en absoluta” ha señalado, para a continuación apuntar que “esclarecer un delito, encontrar a un bebé robado o informar a los ciudadanos de su historia son valores que deben primar al derecho a la intimidad. Así lo han consagrado sentencias de distintos tribunales”.

De hecho, el periodista dice que en su petición se “comprometía por escrito” a “”guardar confidencialidad sobre nombres y hechos ajenos al asunto, así como a entregar a la Fiscalía todo dato que considere relevante“.

Asocición de malhechores

En su opinión, ha asegurado que existió en España una “red tenebrosa para robar niños y arrancarlos de sus padres”. “No les reconozco la intención de dar una mejor vida a los recién nacidos”, ha añadido, y después ha indicado que “era simplemente, una asociación de malhechores dedicada al secuestro de niños, un gravísimo delito que es penado por todas las leyes del mundo”.

Por último, el denunciante ha urgido a la Fiscalía a que inste a quien corresponda para que se crucen los ADN del banco de datos ya existente, único medio de que “los niños robados puedan recuperar su identidad y las familias vuelvan a reunirse”.

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