La UAGR considera “insuficientes” las ayudas europeas tras el veto ruso a frutas y hortalizas

La UAGR considera “insuficientes” las ayudas europeas tras el veto ruso a frutas y hortalizas. En un comunicado, la Unión recuerda que a mediados de julio ya criticaba, antes del anuncio del veto ruso a determinados productos europeos, la “crítica” situación que atravesaban todos los cultivos veraniegos (pimientos, lechugas, tomates, patatas, melocotones, nectarinas).

Tras la prohibición de exportar frutas y hortalizas a Rusia, la Comisión Europea ha puesto en marcha, casi un mes después, una serie de ayudas a los productores. Una compensación que es “claramente insuficiente”, a juicio de la UAGR-COAG, ya que para la práctica totalidad de los alimentos la ayuda se sitúa “muy por debajo” de los costes de producción que tienen que afrontar los agricultores.

Para la Unión, las ayudas puestas en marcha por la Comisión son “ridículas”, ya que están “por debajo incluso de las que recoge la propia Organización Común de Mercado (OCM) de Frutas y Hortalizas”. Si años después de su última reforma (2007), o de la reciente reforma de la Política Agraria Común (PAC) “se ha demostrado que los mecanismos europeos contra los problemas coyunturales del mercado de frutas y hortalizas son ”claramente ineficaces, la nefasta gestión tras el veto ruso confirma que los agricultores están desprotegidos ante las crisis“.

Las dificultades para los hortofruticultores pueden llegar por condiciones climáticas “desfavorables”, acumulación de oferta, crisis sanitarias (como la provocada por la bacteria E-coli), etc. Pero para la UAGR “lo más desesperante” es que los dirigentes europeos, ante problemas provocados por sus propias decisiones geopolíticas, “no actúen con la celeridad y eficacia adecuadas”.

De nuevo, como viene haciendo en los últimos años, la Unión continúa criticando la “desprotección” que para el sector agrario suponen las nuevas reglamentaciones europeas, ya que han dejado a los agricultores y ganaderos “sin las pocas herramientas de gestión de crisis que se habían conseguido implantar”.

“Una desregulación salvaje puesta ahora en evidencia ante la crisis de las frutas y hortalizas, pero que afecta también al resto de los ectores productivos”, ha concluido.