“Desde Logroño se financió un atentado que se cobró más de 20 vidas en Tunez”

"Desde Logroño se financió un atentado que se cobró más de 20 vidas en Tunez"

Olivia García Pérez

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Es catedrático de la Universidad Rey Juan Carlos e investigador principal de Terrorismo Internacional en el Real Instituto Elcano. Su nombre figura en las primeras líneas a nivel mundial entre los expertos en terrorismo islámico y se le considera una pieza clave en el esclarecimiento de algunas de las principales tramas en esta materia, principalmente la del 11M. Además, es riojano y una de esas personas de trato amable y conversación intensa. Durante más de cinco años ha recorrido medio mundo para tratar de esclarecer todas las claves del trágico atentado que sacudió a nuestro país en el año 2004. La venganza fue el móvil, Pakistán el origen. '¡Matadlos!' es el libro en el que Fernando Reinares ha plasmado el fruto de esa minuciosa investigación. Un documento que algunos consideran ya imprescindible para entender un hecho que cambió España y que hasta ahora no había tenido una clara explicación.

Desde el primer momento, en un contexto de dolor como nunca se había conocido en España, surgieron muchas preguntas, ¿quién? ¿por qué? ¿cómo?... ¿Este libro es la respuesta?

Mi libro ¡Matadlos! da respuesta a los dos interrogantes fundamentales en relación con los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid. Por una parte, al de quién formó la red terrorista, cuáles fueron sus tres componentes básicos y qué conexiones internacionales tuvo. Por otra parte, al de cuándo, dónde, quién y por qué se tomó la decisión de atentar en España, una decisión que finalmente se materializó en la matanza de los trenes de Cercanías. Al hilo de proporcionar argumentos fundados y hechos documentados con los que dar respuesta a esas dos preguntas centrales, he podido asimismo, como resultado de los cinco años de investigación sobre el tema, que inicié en diciembre de 2008 y concluí en noviembre de 2013, elucidar otras cuestiones relacionadas con el 11-M. Ahora bien, aún quedan incógnitas, pienso que de carácter más secundario, por resolver. O, al menos, que yo no he podido resolver adecuadamente.

España, un país acostumbrado al terrorismo, se sentía sin embargo ajena al terrorismo islámico ¿qué supuso esa nueva y dura realidad para la sociedad y la política?

Antes del 11-M, en la sociedad española existía una generalizada falta de sensibilización acerca de la amenaza real del terrorismo yihadista. Es en parte comprensible por la preocupación que existía con el terrorismo más frecuente y próximo de ETA. Pero en nuestro país, desde 1995, cuando se detiene al primer yihadista, hasta 2003, el año previo al 11-M, durante el cual son detenidas varias docenas de yihadistas, han tenido lugar hechos tan fundamentales como muy importantes operaciones terroristas contra células yihadistas norteafricanas o la mayor operación contra Al Qaeda desarrollada en el mundo occidental tras el 11-S, que desmanteló la célula establecida por Al Qaeda en España en 1994 y llevó a prisión a casi treinta individuos. Es decir, existía un muy extendido desconocimiento entre los españoles acerca de los orígenes y la trayectoria del terrorismo yihadista en nuestro país.

'Matadlos', un título duro, directo, y que esconde mucho significado.

Nada menos que la paráfrasis, no exactamente literal pero suficientemente aleccionadora de una aleya del Corán, en la que un doctrinario yihadista alude al comportamiento que según esa ideología es debido contra los infieles que, según dicho individuo persiguen musulmanes, lo que en realidad significa que persiguen yihadistas: “¡Matadlos! Hasta que dejen de perseguiros”. La tenía bien significada entre sus pertenecías Amer Azizi, el inductor del 11-M y miembro muy destacado de aquella célula de Al Qaeda en España desmantelada en noviembre de 2001. Azizi no fue detenido por encontrarse en un país del Golfo e instruyó a otros allegados de esa misma célula que tampoco fueron detenidos a la luz de la legislación antiterrorista existente en aquellos momentos, pero que estoy convencido lo hubieran sido con la actual, para que iniciasen la formación de lo que será la red terrorista del 11-M.

Para escribir este libro, no se ha limitado a estudiar el sumario del caso, ¿por dónde le han ido llevando los pasos durante estos años de investigación?

Así es, he ido más allá de la documentación contenida en el sumario del caso y he tenido acceso privilegiado, muy privilegiado, a documentación y fuentes de las que pude obtener evidencia desconocida cuando se cerró el sumario por el 11-M y cuando se emitieron las sentencias de la Audiencia Nacional y del Tribunal Supremo. He podido ir más allá, en base a información procedente de países occidentales como Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Bélgica o Italia, al igual que de países no occidentales como Pakistán, Marruecos o Libia o Indonesia, entre otros. El uso de estos datos es exclusivo de mi libro y permite reinterpretar los atentados de Madrid con fundamentación empírica robusta.

Resulta curioso que las dos personas que más han marcado la opinión sobre el 11M con dos tesis totalmente diferentes, son riojanos. Usted y Pedro J. Ramírez.

No creo que yo, en mi campo, pueda compararme con un profesional de la categoría de Pedro J. Ramírez. Pero bienvenido sea que haya riojanos inmersos en elucidar con criterio un asunto tan central en la vida política española de los últimos diez años. Él desde su profesión de periodista y un importante medio de comunicación como es El Mundo. Yo desde mi profesión de catedrático de la Universidad Rey Juan Carlos y, en especial, como investigador principal de Terrorismo Internacional en el Real Instituto Elcano. Además, tenemos amigos y conocidos comunes, como es lógico. Incluso creo que ambos hemos sido galardonados por el Centro Riojano de Madrid, una bonita circunstancia común. En todo caso, es persona a la que respeto mucho.

Lo cierto es que su libro echa por tierra tanto la teoría de la conspiración como la de aquellos que aseguran que fue un castigo al gobierno de Aznar por su postura ante la guerra de Irak.

Mi libro demuestra, efectivamente, que tanto la decisión de atentar en España como el inicio de la formación de la red terrorista del 11-M son más de un año anteriores a la presencia de tropas españolas en el conflicto de Irak. Por tanto, Irak no pudo ser la causa del 11-M, aunque fuese un pretexto utilizado por Al Qaeda y otras entidades yihadistas, así como una interpretación de lo sucedido que, desgraciadamente, resultó verosímil para cierto sector del espectro político de nuestro país, del mismo modo que atribuir la matanza en los trenes de Cercanías a ETA resultó verosímil, de manera igualmente errónea, para otro sector del espectro político. Al final, los españoles se enzarzaron durante años en una polémica espúrea sobre atribución de culpas por el 11-M, dividiéndonos y dificultando la adopción de una verdadera política de Estado en materia de prevención y lucha contra el terrorismo yihadista.

Según he podido leer, este libro lo ha escrito entre Madrid y Washington. Pero el prólogo nació en el valle de San Millán. ¿Sigue teniendo vinculación con La Rioja?

En efecto, el libro fue escrito entre Madrid y Washington, al amparo del Woodrow Wilson Center y de la Universidad de Georgetown. Aunque he utilizado, como decía antes, fuentes directas de numerosos países tanto occidentales como no occidentales, a la mayoría de los cuales me desplacé. Sin mis prolongadas estancias a invitación de esas instituciones estadounidenses, precisamente para facilitar que avanzase en mi investigación sobre el 11-M, no hubiese podido concluir el libro. Pero sí, soy riojano, oriundo tanto de Logroño como de Daroca de Rioja, en La Rioja reside gran parte de mi familia y tengo muy estrechos vínculos afectivos con esta tierra y sus gentes. Quise terminar el prólogo en el Valle de San Millán, por razones sentimentales, además de que soy, orgulloso además de ese privilegio, miembro de la Asociación de Amigos de San Millán.

En una capital de provincias como la nuestra, todavía nos sorprende y nos llena de admiración que un logroñés haya llegado a convertirse en una autoridad internacional en materia de terrorismo.

A esas palabras sólo puedo responder azorado y agradecido de corazón. ¿Qué otra cosa puedo decir?

A veces, en esta tranquila región nos sentimos ajenos a todo esto y sin embargo, en alguna ocasión se ha apuntado a Logroño como uno de los núcleos de la actividad yihadista en España junto con Madrid y Barcelona. ¿Qué hay de cierto en esto?

Bueno, baste dar un par de datos bien elocuentes. En 2003 se detuvo en Logroño a un yihadista paquistaní, residente en nuestra ciudad, que envió el dinero con que se adquirió el camión conducido por un terrorista suicida que, en una operación planificada por el directorio de Al Qaeda, ocasionó la muerte a más de veinte personas, la mayoría de ellas de nacionalidad alemana, que visitaban una antigua sinagoga en la isla de Yerba, en Túnez. Otro dato, antes del 11-M, los dos principales responsables del Grupo Islámico Combatiente Marroquí en nuestro país residían en la localidad riojana de Autol. Ahora es fundamental evitar que entre los descendientes de la numerosa diáspora de origen paquistaní o magrebí asentada en La Rioja se produzcan procesos de radicalización yihadista. Ahí, el papel de las instituciones y de la sociedad civil, tanto en el nivel de gobierno autonómico como en el local, es esencial.

Usted siempre ha insistido en la importancia de la operación que tuvo lugar en 2008 en El Raval y en la amenaza real que acechaba sobre España, ¿En qué momento nos encontramos?

Así es, el segundo 11-M estuvo a punto de ocurrir en las líneas del metro de Barcelona a inicios de 2008, pero se evitó en un estadio posterior a la planificación e introducido ya en la preparación, gracias a una buena cooperación internacional en materia de Inteligencia y a la eficacia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Hoy sería más difícil un nuevo 11-M en España porque se han mejorado mucho las capacidades de inteligencia de nuestras agencias de seguridad, la coordinación entre ellas y la colaboración internacional específica, factores de cuyas deficiencias antes del 11-M fue necesario extraer lecciones mirando hacia el futuro. Ni la salida de las tropas de Irak ni el fin del terrorismo de ETA han reducido los riesgos y amenazas del terrorismo yihadista para nuestro país, que son similares a los de otros países de nuestro entorno como Reino Unido, Francia o Alemania. Baste en estos momentos aludir a los individuos que son radicalizados en el seno de nuestras comunidades musulmanas para después viajar al norte de África o a Oriente Medio e incorporarse a organizaciones yihadistas activas en, por ejemplo, Mali o Siria. ¿Y si consiguen retornar sin ser identificados y aprehedidos, para llevar a cabo, entrenados y experimentados, como lo estaban algunos de los integrantes de la red terrorista del 11-M, lo que ellos denominan, “la yihad en casa”?

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