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“Ser au pair es una oportunidad y una experiencia enriquecedora e inolvidable”

"Ser au pair es una oportunidad y una experiencia enriquecedora e inolvidable"

Olivia García Pérez

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Viajar, conocer mundo, aprender un idioma, vivir una experiencia y hacerlo también de una forma integradora y económica, en el seno de una familia al cuidado de sus niños. Esas han sido las motivaciones tradicionales para todo aquel que se decidía a convertirse en au pair. En los últimos años se le ha unido una más, la necesidad de salir de España ante la falta de trabajo y oportunidades. Erika Broto, es joven y está preparada. Tiene 25 años y es periodista. Pero eso ya no es suficiente. La falta de trabajo y expectativas le hizo tomar la decisión. Desde hace unos meses vive en Washington a cargo de tres niños. Día a día cuenta sus andanzas, consejos y experiencias a través del blog 'La maleta de una au pair', un diario de a bordo de gran utilidad para los jóvenes que se plantean vivir la experiencia.

¿En qué momento decides emprender esta “aventura”? ¿Te lo habías planteado antes?

Me decidí a ser au pair ante la imposibilidad y desesperación de no encontrar trabajo en España. Pensé en el lado positivo que podía tener la experiencia, en poder mejorar mi nivel de inglés, en conocer una forma de vida distinta, viajar y vivir un año en Estados Unidos de forma “asequible”.

Realmente nunca me lo había planteado, de hecho, casi no sabía lo que era hasta que empecé a leer experiencias por internet. Hice un balance muy bien pensado, lo comenté con mi familia y con mi novio a ver qué les parecía, me animaron y apoyaron en la decisión y, aquí estoy, aprovechando todo lo que puedo este tiempo tan lejos de casa.

Has estudiado periodismo y, como dices, las opciones en este momento son muy escasas.

Si, lo veo complicado. La situación de los medios está viviendo sus peores años y cifras en cuanto a desempleo y precariedad laboral, aunque espero que mejoren de forma imprescindible. La información es vital en democracia y lo que están consiguiendo es empobrecer los medios y debilitar las libertades.

Esto es algo muy distinto. Ya había trabajado con niños anteriormente. Me encanta compartir tiempo, juegos manualidades y, sobre todo, largas conversaciones con ellos. Su inocencia y su sinceridad lo pueden todo.

¿Cómo es todo el proceso desde que tomas la decisión hasta que llegas a conocer a la familia?

El proceso es distinto en Estados Unidos que en Europa. En Europa está menos controlado todo, por lo que hay muchos casos de familias que se aprovechan para cargar con trabajo que no corresponde, pagar menos o quitar días libres o modificar el horario unilateralmente y sin supervisión.

En Estados Unidos también pasa, pero mucho menos porque todo está controlado por el gobierno. Por otro lado, para venirte aquí, tienes que hacerlo a través de una de las 14 agencias autorizadas y tiene controlado el salario que cobras en base al mínimo federal, las horas máximas de trabajo diario y semanal, las vacaciones o las tareas asignadas, por ejemplo.

Ser au pair es mucho más que un trabajo, ¿cómo es tu día a día?

Cuido de tres niños en edad escolar así que de septiembre a junio van al colegio de nueve de la mañana a cuatro de la tarde. Así que tengo todas las mañanas libres de lunes a viernes para ir a clases de inglés, hacer turismo, ir de compras, etcétera.

La madre despierta a los niños, les da el desayuno y los lleva a la parada del autobús. A las cuatro voy a recogerlos del autobús, les preparo la merienda, hacen los deberes y, los días que toca, los llevo y los recojo de las actividades extraescolares. Suelo terminar sobre las seis de la tarde. Muchas veces también me quedo a supervisar el baño o preparo la cena.

Tengo que hacer la colada de los niños dos veces por semana y mantener las habitaciones y la zona de juegos recogidas. En verano, mi horario se amplía de nueve de la mañana a seis de la tarde. Así que pasamos el día en la piscina, prácticamente. Y los fines de semana los tengo también libres salvo excepciones.

En esta etapa de tu vida tienes un fiel compañero que te acompaña desde el principio, el blog 'La maleta de una au pair' en el que has recibido ya más de 3.000 visitas diarias ¿Esperabas tanto éxito?

¡Qué va! Decidí abrir el blog un poco por mantener a mi familia informada en un principio, porque me decían que Estados Unidos “está muy lejos”. Pensé que así podrían ver qué hago, dónde voy, cómo estoy viviendo la experiencia y, además, tendría la posibilidad de compartirla con más gente que estaba en ese momento en mi situación o que estaría en un futuro y encontraría una experiencia más en la red. Me sirve un poco para no perder la comba escribiendo y poder decir en una entrevista de trabajo: “Éste ha sido mi trabajo en el último año y medio”.

Cuando comencé a buscar información sobre el tema au pair, todos los días me daban las tantas de la mañana. Primero buscando la mejor forma de irme y viendo qué es lo que me podría encontrar y después viendo tutoriales sobre cómo gestionar y mejorar un blog. Y total, empecé contando los trámites del proceso y he acabado colgando recetas americanas, manualidades, curiosidades de la vida por aquí, de todo un poco.

Supongo que cada día se ponen en contacto contigo jóvenes pidiendo información. ¿Qué consejos les das?

Sí, suelo recibir unos cuantos mensajes al día e intento contestar todos de la mejor manera y con la máxima información posible. Siempre animando a pensar en positivo a tomarse el proceso de búsqueda de familia con mucha calma y paciencia y a ver la experiencia como un curso intensivo de inglés con un plus de viaje y enriquecimiento personal muy grande. Y si no va como se esperaba, siempre hay tiempo de volver a casa. Eso sí, si no se intenta, nunca se sabrá si podía haber sido una de las experiencias más gratificantes de tu vida.

Todavía queda mucho por vivir en esta aventura americana pero, ¿empiezas a hacer planes para la vuelta?

Mi año termina en agosto pero me quedaré un mes más por aquí viajando y conociendo partes que no he podido visitar todavía. Tengo previsto que venga mi pareja para poder hacer una ruta de costa a costa y aprovechar al máximo los últimos días de mi experiencia por tierras americanas.

Por otro lado me encantaría encontrar trabajo, aunque lo veo complicado. No sé dónde ni de qué, pero de momento me quedo con lo positivo del presente que es que no solamente estoy mejorado mi inglés aquí, que era mi objetivo inicial, si no que estoy aprendiendo nuevas costumbres, entendiendo mejor otras culturas y formas de entender la vida, la integración, la socialización, los negocios, el esfuerzo, los valores personales o la educación que me están ayudando a abrir muchísimo más mi mente y a enriquecerme personalmente.

¿Cuál es la percepción de España en EEUU? ¿Qué saben de nosotros? ¿Se habla de la crisis?

Los americanos no son de mojarse demasiado. Escuchan atentamente lo que les cuentas, te hacen preguntas y respetan tus respuestas. Además a mi alrededor convivo personas que vienen de Alemania, Francia, Italia, Suecia, Polonia,... Por lo que comentar el tema de la crisis en Europa suele tornarse interesante.

Conocen cuál es la situación española y les parece increíble y muy triste que esté llegando a tal nivel. Una de las cosas que más les llama la atención es la tasa de paro juvenil que hay en nuestro país. Y que la gente joven y formada esté saliendo de España para buscar opciones fuera por la imposibilidad de encontrarlas en casa. No lo conciben como algo posible aquí. Aunque a los niños se les dice lo mismo: “Estudia, tú estudia y saca buenas notas que cuando seas mayor tendrás un buen trabajo...No te preocupes”.

¿Cuáles son las principales dificultades con las que te has encontrado?

Realmente no he encontrado dificultades a la hora de adaptarme, al revés. Lo que más me impresionó, además de la multiculturalidad que hay y de lo peliculero que era todo, fue lo bien acogida que me sentí desde el primer momento. Todo el mundo se preocupa por darte los buenos días, por preguntarte qué tal estás, por saber de dónde vienes, por conocer algo típico de tu país o por darte la bienvenida a “América” sin necesidad de conocerte de nada. Es increíble. No me siento una inmigrante aquí, me siento integrada y me encantaría que todas las personas que me he encontrado por aquí de otros países que me han comentado que tienen familia en España se sintiesen como mínimo igual de bien acogidos por nosotros de lo que yo me he sentido aquí.

Ah bueno, y la nieve claro. Porque empezó en noviembre y hasta principios de abril ¡no ha parado de nevar todas las semanas!

¿Y las cosas que más te han llamado la atención de la vida en EEUU?

Cuando llegué aquí todo me llamaba la atención pero a la vez me resultaba familiar, claro. Es muy distinto a Europa y todo a lo grande, como nos enseñan en las películas. Comen a lo grande, beben a lo grande, conducen a lo grande, viven en casas a lo grande... Eso sí, la parte de la sociedad que vive bien. Quienes no tienen recursos suficientes no viven tan bien y no pueden pagarse ni su seguro sanitario.

Otra de las cosas que me tiene asombrada es el sentimiento de comunidad y de respeto y cooperación tan fuerte que tienen para con los demás a todos los niveles y en cualquier situación.

Al margen de la experiencia personal, ¿realmente sirve para aprender el idioma?

Sí, aunque depende de cómo te lo tomes. Puedes hacer una inmersión total en el idioma hablando con la gente, escuchando la radio o viendo la televisión, series o películas en inglés, e intentar expresarte en inglés aún cuando tienes posibilidad de hacerlo en español. En Estados Unidos, un gran porcentaje de la población es de habla hispana, por lo que no hay mucha dificultad para encontrar la traducción a todo.

Respecto a mi experiencia con el inglés, estoy notando la mejoría. Practico todo lo que puedo cada día y los niños me corrigen siempre que tengo algún fallo. Hice varios cursos de inglés y un curso relacionado con mis estudios en una universidad también. Por lo que es otro de los puntos interesantes a tener en cuenta a la hora de venirse, estudiar en una universidad extranjera.

Además, descubrí que existe la posibilidad de estudiar inglés de forma gratuita en iglesias, bibliotecas y centros sociales que ofrecen clases para inmigrantes con prueba de nivel incluida. De aquí lo que hablaba de la implicación en la comunidad y en la integración.

Si tuviese que definir la experiencia diría que es enriquecedora e inolvidable.

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