Volver a casa: doble crisis

Volver a casa de los padres, o ni plantearte la emancipación (por el momento). Si estás en esta tesitura debes saber que hay pautas para no volverte loco. Tanto los jóvenes que han tenido que aplazar sus planes de independencia, como los padres que les han recibido en sus casas, viven una crisis financiera y personal todos los días.

Unos y otros deben adaptarse a esta situación. Noelia Moreno Huerta, psicóloga y mediadora familiar en El Centro de Psicología y formación ADARA, de Logroño, nos ayuda a afrontar este proceso de adaptación con unas pautas básicas (para los tiempos que corren).

No es tarea fácil, las variables psicológicas de estos jóvenes vienen cargadas de sentimientos encontrados entre la frustración y la ausencia de éxito. Es imprescindible: pensar en positivo.

LOS HIJOS QUE VUELVEN (O QUE NO SE VAN)

Estamos hablando de jóvenes de más de 25 años, que son los que más sufren la vuelta o no marcha del hogar, y son los que desarrollan con mayor frecuencia “síntomas situacionales, como nervios, frustración o ansiedad” ante este proceso de adaptación.

“Padecen picos, subidas y bajadas...” Noelia no habla de depresión, ya que se trata de momentos transitorios, temporales.

Tener que regresar al hogar afecta a los jóvenes que, “a parte de la situación financiera tienen que afrontar una crisis personal”. Se debaten entre: “lo que quiero ser”, “lo que me he esforzado para conseguirlo” y “el techo social” comenta Noelia.

El pensamiento más habitual es: “he hecho todo lo posible y no hay nada que me valore”, la consecuencia es : “desesperanza e impotencia”. “Volver

a casa de los padres despierta diferentes sentimientos, unos lo ven como un alivio, una ayuda 'importantísima'“, ya que con esta determinación lo básico (residencia y manutención) está cubierto. Pero también es habitual pensar en el fracaso.

Es habitual el pensamiento de “no he encontrado el éxito”, para deshacerse de esta negatividad es importante pararse y pensar en que es una medida 'lanzadera' que sirve para volver a reengancharse a sus planes.

Noelia hace especial hincapié en la importancia del pensamiento positivo “pensar que es temporal, tanto para los padres como para los hijos, un tiempo para revisar planes y plantearte alternativas de futuro”.LOS PADRES QUE RECIBENLos padres

son la otra parte afectada en la vuelta a casa de los hijos, “deben asumir el hecho de la vuelta como un plazo” -yo tengo a mi hijo, que ha cambiado y madurado, y debo hacerle entender que se tiene que adaptar a la convivencia del hogar y respetarla- es el consejo que ofrece Noelia para ellos.

Depende de los padres, a muchos les ilusiona la vuelta a casa de los hijos, a otros no les hace tanta gracia ya que la vuelta interrumpe la rutina que han establecido durante años, y además supone una carga económica.

Para equilibrar la situación Noelia aconseja que el hijo asuma parte de los gastos de la familia, busque un 'trabajo puente' (que no tenga que ver con su formación) o participe de 'las cargas familiares' (empresa familiar, tareas del hogar...). “De esta manera el hijo se siente mejor consigo mismo, y mas autónomo”.

Para que la situación no acabe como el rosario de la Aurora es importante “la comunicación en la familia” indica. En muchas ocasiones las familias dan por hecho los temas y no se paran a hablar, “se mueven más en el terreno de lo emocional”, es aconsejable “asentar normas, principios, y prioridades para llegar a un consenso”. Por ejemplo, pactar las horas de las comidas.

SIEMPRE RECORDAR...

Es importante recordar que el paso es temporal, y que tu objetivo es: 'largarte de casa lo antes posible'. En los momentos de mayor estrés también se puede optar por “técnicas de relajación, respiración o dar un paseo”.

Las personas que han vuelto a casa o los que no han podido irse por el momento son pacientes habituales de los centros psicológicos, y las que sienten y padecen las consecuencias de la crisis.

Siempre puedes contar con la ayuda de un profesional que te ayude a salir de esta crisis personal, cuenta hasta tres, respira... y toma una decisión que te ayude a pensar que la crisis no es el fin del mundo y que tú tienes un gran futuro.