“Cuando desperté del coma era como un niño de 5 años”

"Cuando desperté del coma era como un niño de 5 años"

Rioja2

0

El exceso de velocidad cambio su vida. Se llama Raúl es de Soria y hace seis años un accidente de tráfico hizo que su vida diera un giro de 180 grados. “Yo conducía. Volviendo a casa iba a más velocidad de la que debía y choqué contra un árbol”. El resultado, politraumatismo craneoencefálico, una fractura en el fémur y fisuras en la cadera. Además, durante casi un mes, Raúl estuvo postrado en la cama de un hospital en coma.

Hasta los 27 años, la vida de Raúl era muy similar a la de muchos jóvenes. “Tenía la vida resuelta”. Trabajaba en una ebanistería haciendo muebles a medida, “ganaba dinero, incluso estaba pensando comprarme una casa y, ahora, he tenido que volver con mis padres”. Y es que el accidente, para este joven, supuso empezar de cero.

Cuando desperté del coma, era como un niño de 5 años, tuve que volver a aprender todo”. Proceso en el que ha necesitado la ayuda de un sinfín de profesionales, “ahora se me entiende al hablar pero he tenido que ir al logopeda, he tenido que aprender a andar... todo lo que aprendes hasta los 11 años... es como si el accidente me hubiera robado, de repente, todos esos años de mi vida”.

Y echando la vista atrás es eso precisamente lo que más añora. “A los 27 años era una persona independiente que tenía un trabajo y me ganaba la vida y, de repente, todo eso se va al traste y vuelta otra vez a casa de tus padres”. Una camino que tiene volver a recorrer y durante el que debe descubrir y aprender una nueva forma de ganarse la vida porque el accidente también se lo arrebató. Y es que las secuelas que arrastra le impiden dedicarse al oficio que conocía. “Me cuesta recordar las cosas, me cuesta hablar bien, tengo cojera y me cuesta mantener el equilibrio por lo que ya no puedo dedicarme a la ebanistería porque me dicen que es peligroso que trabaje con sierras”.

Un duro proceso que “me está costando mucho”, confiesa Raúl. Los cambios físicos, “son quizás los que más llaman la atención a la gente porque conseguí dejar la silla de ruedas por un andador y ahora solo tengo una cojera”. Pero lo más difícil, “es lo que está en cabeza, me cuesta mucho estudiar, retener las cosas”. Y es que explica, “tengo recuerdos de cómo se hacían las cosas más sencillas pero hasta que no me lo vuelven a explicar, no soy capaz”.

Y en ese camino se encuentra ahora Raúl. Es un alumno más del CRMF de Lardero. “Antes estuve también en un centro similar en A Coruña y ahora estoy haciendo un curso de electricidad en este centro”. Y es que a pesar de este duro revés, Raúl es optimista. “Quiero volver a empezar, acabar el curso, encontrar un empleo, comprarme una casa y montar mi propia familia”. Porque a pesar de todo, Raúl se siente afortunado, “lo puedo contar”. Es ahora cuando los anuncios de la Dirección General de Tráfico han cobrado sentido para él. “Antes los veía y pensaba que eso no iba conmigo, que nunca me iba a pasar a mí, pero ya ves, sí pasa”.

Etiquetas
stats