El Naturhouse aprieta sin éxito a un Barcelona terrenal

Tan cerca, tan lejos. Dio la impresión de que era el día, de que el Barcelona, más terrenal desde su última derrota en el Palacio hace ya tres años, podía doblar la rodilla. La defensa del Naturhouse estuvo a la altura del choque, pero el ataque, no. Demasiados nervios, ansiedades por querer superar a un Gonzalo al que le era, en ocasiones, suficiente con plantarse ahí, sin más. Como si hubiera miedo a derrotar a los catalanes.

Porque por ahí, por el ataque, por la concatenación de fallos, hay que comprender que los hombres de Xavi Pascual salieran vivos de Logroño. En este aspecto, Jota González habrá lamentado que la oportunidad porque era que ni pintada. Con un soberbio Aginagalde (6 paradas de 8 tiros) en el tramo final y con Vigo y Langaro asumiendo la responsabilidad se echó de menos el acierto desde fuera de Ángel Fernández, Javi Muñoz o incluso Sanad. Aun con todo, el 22-24 indica que se estuvo cerca. Y viendo el encuentro, la percepción aumentaba el optimismo para recuperarse tras la derrota sufrida en León hace unos días. Sin embargo, al final, el Barcelona apostó por el talento individual de Andersson, Lazaraov -en momentos puntuales- y de un Gonzalo que mantuvo un porcentaje de acierto por encima del 42%.

El Naturhouse supo aguantar a un Barcelona que se tomó el arranque del partido con aparente tranquilidad. Justo la que no quería el conjunto local, ansioso por meter una marcha más cuando robaba o cuando recibía un gol. En este intercambio de golpes, los franjivinos parecían más entonados. Quizá es que los de Xavi Pascual no habían engrasado todavía sus piezas.

Había que aprovechar esa circunstancia y los logroñeses se fajaban en ello pese a que fallaba tiros francos que en condiciones normales eran goles. El 6-4 justo antes de los diez minutos invitaba al optimismo. Pero como por arte de magia, todo comenzó a cambiar, desde el arbitraje, pasando por la confianza en ataque del Naturhouse e incluso la actitud del Barcelona, ahora más convencido de sus quehaceres.

Siete minutos estuvo el cuadro de Jota González sin superar a Gonzalo. Una losa cuando enfrente Lazarov se puso en faena, pese a que estuvo bien defendido en todo momento. El parcial de los visitantes hizo daño. Un 0-5 que volteaba el marcador y dejaba a los riojanos a la expectativa y encima acumulando imprecisiones en ataque que impedían un resultados más apretado.

APRETAR LOS DIENTES

Era el momento de continuar vivo, de insistir, de evitar que el duelo se rompiera a favor del Barcelona. Las diferencias, al menos, se mantenían entorno a los dos y tres goles pese a que las defensas se imponían a unos ataques discontinuos. Por si fuera poco antes de alcanzar el descanso llegaron tres exclusiones que agitaron a los valientes aficionados que se acercaron al Palacio.

El 11-13 después de 30 minutos era bien visto pese a que daba la sensación de que el Naturhouse podía haber estado incluso por encima en el marcador de no haber regalado tanto desde los seis metros. Quedaba por saber cómo iba a reaccionar el equipo local en la reanudación.

En este sentido, el Naturhouse se encomendó a Kappelin para creer. Ayudaron los goles de Langaro y Vigo, muy motivado, así como dos exclusiones de los catalanes. Sin embargo, faltaba empatar. Lo pudo hacer Garciandia, pero Gonzalo fue más hábil, y Sanad también lo buscó, pero la emoción le pudo y tiró horrible. El público se metía de lleno con el 15-16 y una buena sucesión de defensas. Además, el portero sueco daba otra opción de empatar.

BUENAS DEFENSAS LOCALES Y GURUTZ

De nuevo, no se estuvo a la altura en ataque así que el Barcelona con Andersson tirando del carro devolvía los dos goles arriba (16-18, 17-19) y dejaba claro que el talento individual iba a ser suficiente para ganar. Gonzalo, desde atrás, facilitaba que los blaugranas se escaparan. Montoro, renqueante estos días con molestias en la rodilla, aparecía en escena pero sus dos primeros balones se topaban con la defensa y con el portero del cuadro dirigido por Xavi Pascual. El 18-22 hacía más difícil el inquietar al poderoso Barcelona.

Jota González apostaba por atacar en superioridad, algo había que intentar para continuar vivos, y por poner en pista a Aginagalde, que realizó dos buenas intervenciones de primeras. Pero con el 20 a 23, era Gonzalo el que nublaba las ideas de un apagado Ángel Fernández. Con algo más de cinco minutos por jugar, Miguel Sánchez-Migallón actuaba de avanzado en aras de asfixiar a la primera línea rival.

El capitán dejaba su sello y Molina se inventaba un gol de recursos para meter miedo. Otra vez Aginagalde frenaba a Andersson y Jallouz, pero Sanad y Langaro se topaban con Gonzalo para mantener el 22-24. El portero franjivino estaba colosal y frenaba a un Barcelona que tiraba de talento. Pero una vez más los ataques locales no estaban a la altura del capitán, espectacular en el tramo final. De hecho, los constantes fallos en ataque, o acierto de Gonzalo, propiciaron que el Barcelona más terrenal desde su última derrota hace ya tres años, siguiera aumentando el número de triunfos consecutivos en Asobal.

FICHA TÉCNICA

Naturhouse La Rioja: Kappelin (p), Javi Muñoz (2), Garciandia (1), Vigo (4), Javi García (3), Molina (1) y Ángel Fernández (2), siete inicial, Garabaya, Langaro (6), Luisfe, Sanad (1), Miguel Sánchez-Migallón (2, 1p), Aginagalde (p) y Montoro.

Barcelona Lassa: Gonzalo (p), Rivera (3), Anderssson (7), Entrerríos, Sorhaindo (3), Morros y Tomás (1), siete inicial, Lazarov (5, 2p), Jallouz (2), Syprzak (1), Ariño, Mem (2) y Jicha.

Parciales cada 5 minutos: 2-2, 6-4, 6-8, 7-10, 8-11, 11-13 (descanso); 14-15, 15-16, 17-20, 19-22, 22-24 y 22-24 (final).

Árbitros: Jesús Escudero Santiuste y Jorge Escudero Santiuste. Excluyeron a los locales Molina (min. 24), Garabaya (min. 29) y a los visitantes Syprzak (min. 22), Entrerríos (min. 33), Mem (min. 36)

Incidencias: Alrededor de mil espectadores en el Palacio de los Deportes.