La Arboleda, la primera escuela libre de La Rioja

La Arboleda, la primera escuela libre de La Rioja

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Olga Moreno, Raquel Cabezón, Alejandra González y Elena Moreta. Cuatro mujeres, algunas madres también, que han decidido abrir en Logroño la primera Escuela Libre de La Rioja. Un centro en el que tienen claro que la curiosidad innata del niño es el motor de su aprendizaje y que la libertad de movimiento es fundamental para su desarrollo cerebral. Con estos principios surge La Arbolela que abrirá sus puertas el próximo curso. Está ubicada en Calvo Sotelo 52 bajo y la cuota mensual es de 350 euros. Elena Moreta cuenta a Rioja2 el cómo y porqué de esta aventura.

- ¿Cómo surge la idea de implantar una Escuela Libre en La Rioja?

De mi propia inquietud como madre por encontrar un centro educativo para mi hijo que sea acorde con los principios de la crianza respetuosa. Conocía el concepto de escuela libre y descubrí que en La Rioja no existía ninguna, así que empecé a buscar personas que quisieran acompañarme en esta aventura de crear una. En nuestro país existen escuelas libres en todas las comunidades autónomas, pero siempre se trata de iniciativas privadas, que surgen de las propias familias o de algún grupo de profesionales de la educación que buscan una alternativa a la escuela tradicional, y me di cuenta de que si nadie antes en La Rioja lo había hecho, me tocaba a mí.

- ¿Qué define a una Escuela Libre?

Básicamente tener claro que la curiosidad innata del niño es el motor de su aprendizaje, y que la libertad de movimiento es fundamental para su desarrollo cerebral. Siempre pongo el mismo ejemplo, que es el que ha dado nombre a nuestra escuela, La Arboleda: El ser humano, cuando nace, es como la semilla de un árbol. Nadie duda de que esta semilla, por muy pequeña que sea, sabe perfectamente lo que tiene que hacer para convertirse en ese árbol fuerte y frondoso, siempre que el ambiente sea favorable y reciba la suficiente agua y luz solar, no necesita que nadie le diga cuándo ensanchar sus raíces o cuándo brotar sus hojas. Con los niños sucede lo mismo, cada uno de nosotros nacemos con la capacidad de desarrollar nuestras múltiples inteligencias si se respeta nuestra autorregulación. Por tanto es imprescindible respetar el ritmo del niño dentro de sus propios procesos, y permitirle que sea el sujeto activo de su aprendizaje, creando un ambiente preparado en el que se sienta seguro.

- ¿Cuáles son sus diferencias con las escuelas tradicionales?

Son varias. Para empezar podría citar la ratio alumnos/profesor, que en las escuelas libres es bastante bajo, es decir, hay muy pocos alumnos por profesor. Esto es importante porque la enseñanza es muy personalizada, ya que es necesario conocer y respetar el ritmo de aprendizaje de cada niño, desde una observación muy continuada que permita ofrecer a cada niño el material concreto con el que necesita trabajar en cada momento. Otra característica es que los niños de distintas edades comparten las aulas. Esto es muy enriquecedor porque los pequeños aprenden de los mayores, y los mayores, a su vez, afianzan los conceptos al transmitírselos a los pequeños. Del mismo modo, los mayores desarrollan un sentimiento de respeto y cuidado por los pequeños, y los pequeños aprenden a relacionarse de forma natural con personas mayores, sin sentirse cohibidos o minusvalorados.

Otra diferencia fundamental es que en las escuelas libres los niños tienen libertad plena de movimiento, no todos tienen que hacer lo mismo y a la vez, no tienen que permanecer sentados, cada uno escoge qué es lo que su cerebro le pide conocer en cada momento, y se mueven por el aula, o entre las distintas aulas, con libertad. Esto es muy importante, ya que Piaget demostró con sus estudios que el niño, hasta los 7 años, aprende a través del movimiento y el juego, esto es para lo que su cerebro está preparado y es por este motivo por lo que el niño lo demanda. Con el movimiento, se está desarrollando su sistema vestibular, que es el que integra el resto de sistemas, y se da un aprendizaje vivencial que es el que dará lugar a una etapa intelectual muy potente.

Otra diferencia es, por ejemplo, el periodo de adaptación, ya que en las escuelas libres se permite que las figuras de apego del niño permanezcan en el aula hasta que el niño se sienta seguro. Si el niño siente estrés ante una situación nueva, en la que le dejan solo en un sitio que no conoce, con personas que no conoce, su cerebro se inunda de cortisol, y está demostrado que el cortisol es incompatible con el aprendizaje. Para aprender necesitamos, en primer lugar, sentirnos seguros (y además, que aquello que vamos a aprender nos llame la atención). El niño, acompañado por su madre, su padre, su abuela o cualquier persona que sea de referencia para él, y al ver cómo esta figura de apego se relaciona con el nuevo cuidador confiando en él, le transmite a su vez al niño confianza en esta persona que entra en su vida. Se realiza una transición tranquila que permite al niño la creación de un nuevo vínculo con el espacio y con sus nuevos acompañantes.

También se permite a los niños pequeños acudir a la escuela con pañal, ya que es de vital importancia tener en cuenta que el control de esfínteres no es algo que se pueda enseñar, sino que es un proceso de pura maduración biológica y bastante complejo, en el que han de desarrollarse neurotransmisores y neurorreceptores, y que es muy dañino intentar forzar este proceso.

Para resumir, otras diferencias son que no hay deberes ni exámenes, no se dan premios ni castigos, se respetan los sentimientos de los niños sin reprimir ninguno de ellos, se fomenta la cooperación en lugar de la competitividad, y las familias son parte fundamental de la escuela, manteniendo con ellas una comunicación muy fluida.

- Libertad, respeto, confianza en el niño y en sus capacidades de aprendizaje, no deberes, no castigo... ¿Qué ventajas tienen los niños, los padres e incluso los propios educadores frente a los las escuelas tradicionales?

Para los niños las ventajas son evidentes. Se sienten felices de ir a la escuela, es un sitio en el que les gusta estar, y aprenden de forma intuitiva y divertida, en otras palabras, aprenden de forma más eficaz, y eso repercute en su autoestima y en su relación con el mundo.

Para los padres la ventaja es la tranquilidad de dejar a sus hijos en un lugar donde saben que se va a respetar la individualidad del niño, ver a sus hijos felices, y saber que van a desarrollarse socialmente y a aprender, porque está demostrado que este método funciona.

Para los propios educadores, la ventaja está en la satisfacción de poder acompañar al niño en sus asombrosos procesos, y saber que cuentan con las herramientas y el apoyo que necesitan para llevar a cabo su trabajo en un ambiente de confianza en el niño, entre otras cosas, por las ratios que mencionaba antes.

Y ¿cuál es el método o métodos empleados en este tipo de escuelas?

En una escuela libre, los métodos son varios. Precisamente ahí radica la diferencia entre una escuela libre y otra alternativa. En la escuela alternativa, sólo se emplea un método, y de forma muy pura, ya sea Montessori, Waldorf, etc. En la libre bebemos de muchas fuentes y aplicamos a cada situación aquella pedagogía que nos satisface más. En La Arboleda, por ejemplo, empleamos mucho la pedagogía Montessori, pero no prescindimos de la importancia de la psicomotricidad, precisamente en esta etapa tan sensible de 3 a 6 años. En cuanto a la expresión artística, nos encanta el método de Arno Stern, entre otros.

- Este tipo de escuelas ofrece una nueva forma de aprender con métodos variados hasta los seis años. ¿Cómo será entonces la adaptación?

Los niños que se han formado en escuelas libres adquieren unas habilidades sociales y cognitivas que les permiten enfrentarse a nuevas situaciones con mayor facilidad. Es otra de las ventajas de respetar los ritmos del niño, se desarrolla de manera saludable, y reacciona mejor ante situaciones de estrés, precisamente por no haberlas vivido de forma temprana. Un cerebro que ha sido expuesto al cortisol a muy corta edad, tiene tendencia a repetir esos patrones de ansiedad, porque su cerebro, al encontrarse en pleno desarrollo, ha marcado esos caminos en sus sinapsis. En definitiva, está demostrado que los niños que proceden de este tipo de escuelas, libres o alternativas, se adaptan sin problemas a las escuelas tradicionales, tanto en el cambio de infantil a primaria, como de primaria a secundaria.

La Arboleda abrirá sus puertas el próximo curso, ¿cómo será el día a día en las aulas?

En nuestra escuela el horario será de 9 a 14 h, con flexibilidad en la hora de entrada y de salida, en función de lo que decida cada familia. Los niños irán llegando y pasarán al aula de psicomotricidad, para que empiecen el día con movimiento (el movimiento provoca la secreción de la hormona irisina, que favorece la plasticidad cerebral). A las 9:30 se iniciará la jornada con la asamblea, en la que se da la bienvenida a los niños, éstos comparten con sus compañeros aquello que deseen, o se les comunica las actividades optativas que se han preparado para el día, entre otras cosas. Cuando finaliza la asamblea, los niños tienen libertad para decidir si quieren permanecer en el aula de psicomotricidad, o desean pasar al aula Montessori, o al aula sensorial (donde se desarrolla la parte artística, de botánica y jardinería, existe un arenero… En definitiva, se experimenta con los sentidos). Este es el principio que caracteriza a nuestra escuela, la existencia de tres aulas donde cada una ofrece un aprendizaje diferente y a la vez integrado con las demás. Los niños cuentan con un espacio para descansar y tomar un almuerzo, que prepararán ellos mismos, con la ayuda de sus maestros, y que proporcionará la propia escuela. Cada niño se acercará a la zona de almuerzo cuando sienta hambre y así lo desee, de nuevo su horario en este aspecto lo marcan ellos mismos. Por último, a las 13:30, los niños se reúnen de nuevo en el aula de psicomotricidad, para la despedida, comentar lo sucedido en el día, si han surgido conflictos, cómo los han resuelto, si tienen alguna propuesta, etc. Se trata de ofrecer a los niños la oportunidad de ir tomando sus propias decisiones y hacerles protagonistas de sus vidas, como personas que son desde que nacen.

¿Cuántos niños podrán acudir a partir de septiembre?

Para poder cumplir con las ratios, hemos establecido un máximo de 10 niños por curso, de manera que cuando la primera promoción cumpla los 6 años, habrá un máximo de 30 niños en la escuela.

Diez niños por curso y, ¿Cuántas educadoras y cuál es su formación?

El equipo de La Arboleda lo formamos cuatro personas. Está Olga Moreno, que es la directora del centro, y es educadora social con máster en psicomotricidad terapéutica, especialista en atención temprana, especialista en estimulación temprana y máster en gimnasia cerebral. Actualmente está cursando un máster en psicomotricidad vivenciada. Ella es la responsable del aula de psicomotricidad.

Luego está Raquel Cabezón, pedagoga, máster en orientación educativa, y con formación en pedagogía Montessori. Actualmente está cursando también la carrera de psicología. Ella es la responsable del aula Montessori.

Alejandra González, psicóloga, máster experto en dependencia y gestión de servicios sociales, y máster en psicología general sanitaria. Tiene formación en Resolución de conflictos y su mediación, Intervenciones indirectas en terapias de niños y adolescentes, Diversidad psico-afectiva y sexual, también en el método Arno Stern, y además, es Mamá por Horas y tiene conocimientos de botánica. Alejandra es la responsable del aula sensorial.

Por último, yo, Elena Moreta, arquitecto técnico, y actualmente estoy cursando un máster en psicología del desarrollo y crianza consciente. Yo no intervendré en las aulas con los niños, pero seguiré formando parte activa del proyecto cuando empiecen las clases. Cabe señalar que tanto Olga como yo, hemos matriculado a nuestros hijos, nacidos en el 2013, en La Arboleda, puesto que creemos firmemente en este tipo de escuela. (Raquel y Alejandra son muy jóvenes y aún no son madres).

¿Cómo va el proceso de matriculación?

Pues bastante bien porque ya solo nos quedan tres plazas libres. Las familias que deseen conocer más detalles sobre esta forma de aprendizaje, les recomiendo que vean el documental “Enséñame pero bonito”, que pueden encontrar en YouTube, donde se muestra claramente en qué consisten las escuelas libres y alternativas. Pero además pueden encontrarnos en Facebook y en teléfono 652 422 974.

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