Obligado por juego y por los últimos resultados

Obligado por juego y por los últimos resultados

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“Siempre he hablado de mejorar lo anterior y, si no lo conseguimos, diré lo que he dicho siempre, porque a mí no me da miedo la palabra fracaso. Cuando fallas, cuando yerras, cuando no consigues lo que persigues, para mí, fracasas”. Carlos Pouso no se tapa los ojos, va de frente; a las buenas y cuando no lo son tanto. Como ahora, cuando la Unión Deportiva Logroñés va tercera a 8 puntos del líder y con sólo 1 de margen respecto a la quinta plaza. Justo cuando el juego de los blanquirrojos no invita al optimismo y cuando se han sumado 4 de los últimos 12 puntos, además de apenas probar a los porteros rivales.

Una clasificación, la verdad sea dicha, impensable hasta que el técnico vasco llegara el verano de 2104 a Logroño. Sin embargo, la trayectoria en la campaña de su debut y lo acaecido en Torrent frente a Huracán Valencia en la fase de ascenso parece que exige otro devenir al actual para los riojanos. Por eso se le exige más, siempre un puntito más a esta UDL, un equipo temible en el comienzo liguero. Fresco, ingenioso, que podía correr, que pisaba área contraria con una facilidad pasmosa, que remataba una y otra vez hasta conseguir el gol. Sin embargo, esas sensaciones han desaparecido en la faceta ofensiva.

Por suerte, el aspecto defensivo está tan interioriizado que no se le da la importancia que tiene porque funciona, ya que le generan pocas ocasiones de gol. Criterio, en este sentido, hay. Y como muchas veces ha indicado el propio preparador vasco los equipos se hacen por los cimientos, por la defensa. Sin embargo, para estar arriba, para poder repetir en el 'play off' de ascenso a Segunda hay que sumar de tres en tres con regularidad. Hay que poner el piloto automático para que los números cuadren. Seguro, que si a estas alturas los blanquirrojos compartieran liderato con el Racing de Ferrol las obligaciones irían por otro lado.

Preocupación relativa

Lo que toca es solucionar una marchairregular. “Al final lo que tienes que hacer es trabajar, no te deben nublar la vista las victorias, ni te deben apagar la luz las derrotas. La derrota del domingo debe ser un punto de inflexión”. Con esa mentalidad visita los anexos del José Zorrilla este sábado (15.45) una UDL que necesita olvidar el tropiezosufrido ante el Somozas en Las Gaunas. No será sencillo, ya que el Valladolid B se mantiene invicto en su campo: 6 partidos, 4 victorias y 2 empates, 8 goles a favor y 3 en contra.

El terreno de juego, la hierba artificial que tan poco le gusta a Carlos Pouso, “no se juega a fútbol, es otro deporte” ha llegado a decir en alguna ocasión, es otro impedimento: “El césped está muy gastado, no invita al juego combinativo pero lo que no podemos hacer es poner disculpas. Y el viento, que suele ser un convidado, puede existir o no”. Matiz que propicia, lo más seguro, que Carlos Fernández sea el estilete ofensivo necesario para fijar a los centrales. No como el otro día, con Pere Milla, “con el que buscábamos que los defensas no tuvieran una referencia”. El Valladolid B no lo pondrá fácil, seguro que quiere escalar posiciones -es decimoquinto con 14 puntos- y dejar la zona peligrosa lo más lejos posible: “Es un buen equipo, un filial al uso, con buen juego y que compite bien. Nos vamos a encontrar un rival duro, un buen equipo de Segunda B”.

La unión hace la fuerza

Por todo lo anterior, da la impresión de que el UD Logroñés debe reforzar su mentalidad. “Cuando se pierde es cuando hay que estar más unido”, destaca Pouso, que no se esconde. “Los resultados de los últimos partidos son consecuencia de que no estamos en nuestro mejor momento, hay que reconocerlo”. Además, asume que “hemos jugado mejor de lo que lo estamos haciendo” y por ahí puede entenderse esa ansiedad, falta de fluidez y poca capacidad para generar ocasiones, amén de esa exigencia. “Solo podemos mejorar, trabajar, perseverar e intentar hacer las cosas mejor”.

Con esa intención, es de esperar un once competitivo, como siempre, con Miguel; Julio Rico y Paredes, en los laterales, Borja y Adrián León en el centro del zaga; con Jacobo y Chevi en la medular, apoyados por Pere Milla, en una posición en la que mejor ha rendido esta campaña; Titi e Íker Alegre podrían repetir, como en las últimas citas, siendo Carlos Fernández el referente. Muneta podría ser otra alternativa, en detrimento de Chevi o Pere Milla, o por alguno de los extremos.

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