Contratado sí, pero en precario

Encontrar un empleo se ha convertido en una misión casi imposible para todos aquellos que quieren volver o acceder por primera vez al mercado laboral. En el mes de septiembre algo más de 1.300 riojanos se borraron de las listas del paro. Habían conseguido un contrato. Que las condiciones sean más o menos dignas es algo que ha pasado a un segundo plano porque para demasiados, lo más importante es trabajar.

Sin embargo, con motivo de la celebración de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, UGT ha querido poner el foco de atención en este aspecto. Y es que según las cifras que maneja este sindicato, la mitad de los contratos realizados en La Rioja este año no superó el mes. Además, cuatro de cada diez nuevos indefinidos son parciales.

Unas cifras que para UGT demuestran que “La Rioja se ha convertido en un ejemplo palpable y cuantificable de la precariedad laboral”. De hecho, desde este sindicato denuncian que “la reducción del desempleo se está produciendo a costa de empleos indecentes por días e incluso por horas”. Y de hecho, hasta el mes de septiembre se han registrado en la Rioja 86. 472 contratos pero de ellos solo el 6,7% fueron indefinidos. La mitad de los contratos realizados (42.619) no ha superado el mes de duración.

La precariedad laboral no puede identificarse únicamente con la duración del contrato, apuntan desde UGT. Y es que el tipo de jornada efectuada también es importante. En este sentido, destacan el “preocupante” ascenso de las jornadas por horas en los contratos indefinidos. “Hasta septiembre, el 36% de los contratos indefinidos realizados se han efectuado para cubrir una jornada parcial por horas.

El 'trabajador pobre'

En los últimos tiempos ha surgido una nueva figura. La denominada 'trabajador pobre'. Y es que las reducciones de jornada están conllevando “inevitablemente a una menor remuneración salarial que hace que nos encontremos con personas que, a pesar de contar con un trabajo estable, no llega a fin de mes”.

Por todo ello, UGT de La Rioja exige empleos de calidad con derechos y salarios dignos. Para ello insta a “revertir las últimas reformas laborales , en especial la de 2012, porque han institucionalizado la precariedad en las relaciones laborales, fortalecer el sistema de prestaciones por desempleo, reformar el sistema de políticas de empleo y mejorar las redes de protección social garantizando un Estado de bienestar en el que se recupere la universalidad de la sanidad y la educación así como que se garantice el poder adquisitivo a los pensionistas”.