Revolución imprecisa

Revolución imprecisa

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Fin al caudal de fútbol en Las Gaunas. Fin al aluvión de oportunidades locales en Las Gaunas. Fin a la frescura, a la chispa, a la velocidad en Las Gaunas. Tampoco es para ser tan drásticos, pero es cierto que el Atlético Astorga fue capaz de hacer en 96 minutos lo que ni Compostela ni Coruxo ni Linares pudieron evitar en su paso por el campo municipal; ser dominados por un equipo que juega de memoria, que va siempre por delante en la iniciativa, que maneja los tiempos, que es letal en ataque y que no concede en defensa. Después del empate cabe pensar si tanta novedad en el once, hasta cinco futbolistas diferentes respecto a la alineación que puso en liza Carlos Pouso en El Sardinero, pasó o no factura. Sin embargo, quedarse con esa decisión tomada por el técnico blanquirrojo sería no leer entre líneas -el propio entrenador explicó que uno de los motivos fue evitar la relajación- porque las tablas no obedecen a ese factor.

Perfectamente el duelo pudo haber acabado en victoria riojana de no mediar un penalti de los que no acostumbran a pitarse, pero también, y no hubiera pasado nada, el encuentro pudo concluir con un resultado negativo si los maragatos hubieran estado finos en el remate durante la primera mitad. El caso es que se escapan los primeros puntos de lo que hasta este sábado era un fortín inexpugnable donde los rivales debían pedir permiso para respirar.

Esos recuerdos, esas magníficas sensaciones, quedaron a un lado contra el Astorga, un conjunto que apuesta por la pelota, que quiere combinar, que no tuvo miedo ante la presión inicial de los locales, que no se acobardó tras encajar el tanto de Pere Milla, que porfió hasta merecer el empate con varias llegadas en la parte final del primer tiempo y que se llevó el premio de la igualada cuando peor lo estaba pasando, cuando el enfrentamiento se estaba decantado por el dominio de una UD Logroñés intermitente, imprecisa y, ya en las postrimerías, nerviosa y precipitada.

Gol local y poste visitante

Ni el gol de Pere Milla templó a un bloque que fue ganando terreno como sin darse importancia. Presión alta, juego directo y a partir de la segunda jugada o del robo a meter velocidad con cambios de orientación hacia el lado de Titi, principal vía de peligro de los blanquirrojos. Faltaba el remate. Había centros, se sacaban varias acciones a balón parado, sin consecuencias, y no se sufría en defensa. Pintaba bien la cosa después de ver a un Astorga decidido y valiente por tratar de adueñarse del balón.

Y mejor se ponía el asunto cuando Reguilón -defensivamente deja dudas cuando busca su carril para atacar- cruzaba para que Pere Milla, irrumpiendo en segunda línea, soprendiera a la zaga visitante y batiera a Riki. 21 minutos para ver el primer tiro entre los tres palos y para que el ilerdense sume su quinta diana de la temporada. Pero fue como si la ventaja atolondrará a la UDL.

El esférico pasó a ser del Astorga. Los de Álvaro García avisaban con un par de tiros desde la frontal. En el primero Miguel lo miró, porque se marchó fuera rozando el palo, y en el segundo tuvo que estirarse para repeler el balón. Incluso hubo un tercero, casi la última acción del primer acto, en el que poco pudo hacer. Birane Ba -de más a menos- hizo más de lo que debía y su pérdida se convirtió en un gran pase en profunidad que dejaba a Roberto Puente ante el capitán local. El delantero amagó y con el meta ya batido tiró a puerta vacía, pero su remate con la izquierda impactó en el poste. Bola extra para un cuadro riojano que debía mejorar sus prestaciones en la segunda parte.

Eso hizo. Joel Valencia -desactivado y eléctrico a cuenta gotas que no aprovechó su oportunidad- dejó a Reguilón que volvía a asistir al 'pichichi' pero su tiro se iba alto. Era el camino, llevar la orientación del juego de un lado a otro, tomar las riendas y manejar a un Astorga que salía con desparpajo y que sacaba varios saques de esquina, pero estaba casi remiso a lo que le pudiera dejar hacer su oponente. Y el no terminar de concretar ni encadenar jugadas de peligro generó que los maragatos pisaran área ajena hasta el punto de que Roberto Puente recibiera un codazo de Julio Rico en lo que acabó por ser penalti.

Empate, nervios y cero ocasiones

Pena máxima que David Bandera transformó para alegría de los suyos. Con un nuevo escenario, Pouso, que previamente ya había buscado el ansiado equilibrio con Jacobo -desacertadísimo en los pases y más lento en sus movimientos de lo que en él es habitual-, movió sus piezas dando entrada a Jordan por un Carlos Fernández trabajador pero sin brillantez y a Muneta, imperceptible su presencia, por Joel Valencia.

La UDL lo intentaba, pero no tenía claridez ni en la manera de llevar la pelota a sus hombres más destacados ni en la forma de finalizar las jugadas. Por su parte, el At. Astorga abusaba con las caídas de Roberte Puente sobre el costado diestro ante las constantes subidas, por ese perfil, de Reguilón. Con una posible autopista, el cuadro visitante sabía que si aguantaba incluso podía llevarse el premio gordo al enganchar una buena contra, que nunca llegó pese a sus intentos. Las espesura en el ataque de los blanquirrojos les desesperaba. Nervios, imprecisiones una y otra vez, ansiedad por ganar. Quizá la falta de costumbre de llegar a los momentos de la verdad con el marcador igualado o en contra. Sucedió algo parecido con el Racing de Ferrol con el resultado adverso y pasó el sábado.

Salvo un remate de cabeza de Borja tras un córner no hubo más opciones. Centros, muchos, principalmente desde la derecha, pero sin rematador. Así se marchitó el duelo, con algo de dureza y parsimonia visitante, como es lógico, en su parte final. En lo que debía haber sido el anticipo al cohete anunciador de las fiestas de San Mateo se convirtió en un empate amargo por las sensaciones después de que este UD Logroñés haya acostumbrado a sus fieles a otra velocidad, a otra chispa. Eso es lo que hay que recuperar frente a la Arandina, donde seguro que Pouso renueva su alineación.

UD Logroñés: Miguel; Edu Payá, Julio Rico, Borja, Reguilón; Birane Ba (Jacobo, min. 59), Adrián León; Titi, Pere Milla, Joel Valencia (Muneta, min. 72); y Carlos Fernández (Jordan, min. 68).

At. Astorga: Riki; Manu, Víctor, David Uña, Juanra (Cristian, min. 31); Fa (Saúl, min. 56), Víctor Andrés; Diego (Marcos, min. 77), David Bandera, Lago; y Roberto Puente.

Goles: 1-0, min. 21: Pere Milla. 1-1, min. 63: David Bandera, de penalti.

Árbitro: Albert Catalá Ferrán (Comité catalán), acompañado por Julián Villaseñor Julián y Adriá Picazo Hernández. Expulsó al fisioterapeuta local (min. 93). Amonestó a los locales Adrián León (min. 55), Julio Rico (min. 61) y Jacobo (min. 93); y a los visitantes Lago (min. 17) y Saúl (min. 95).

Incidencias: 2.337 espectadores en Las Gaunas, según informó el club organizador. Los Vendimiadores 2015 realizaron el saque de honor.

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