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Urdaibai vota bajo la alargada sombra del segundo Guggenheim entre Gernika y Murueta

Una pancarta contra el Guggenheim de Urdaibai en los Astilleros Murueta.

Belén Ferreras

Bilbao —

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De momento es sólo un proyecto, pero puede marcar un antes y después. Si finalmente se materializa y el Guggenheim de Bilbao completa su ampliación repartida en dos sedes, en Gernika y en Murueta, ambas localidades ubicadas en Urdaibai, nada será igual para esta comarca de Bizkaia, declarada reserva de la biosfera por la Unesco, la única que hay en Euskadi. Todo cambiará, para bien o para mal, dependiendo del prisma de quién lo mire. Algunos creen que se puede replicar en esta zona el 'efecto Guggenheim', que ha transformado urbanísticamente Bilbao por completo y ha impulsado el turismo de la capital vizcaína, pero también de todo Bizkaia y del conjunto de Euskadi , hasta índices insospechados antes de que se levantara el edificio de titanio diseñado por Frank Gehry. Otros ven en esta segunda sede, precisamente como consecuencia de este efecto de atracción, el fin de la reserva de la biosfera como tal, un ataque medioambiental sin precedentes. Y, además, dudan de que ese sea el impulso económico que precisa la comarca.

Con las opiniones divididas sobre si debe abordarse o no esta ampliación, que tiene una fuerte contestación en la zona a través de asociaciones y movimientos vecinales que están adquiriendo cada vez más peso, y con denuncias ante la Audiencia Nacional por la modificación de ocupación de costas que precisa el proyecto, el asunto se ha convertido en polémico hasta para el PNV, el único partido que lo defiende abiertamente. Después de que el lehendakari, Iñigo Urkullu, anunciara el pasado mes de enero que el proyecto se quedaba en 'stand by' durante dos años y lanzara un elocuente “merece la pena que nos demos un tiempo” para repensarlo, tras su reunión con la diputada general de Bizkaia, se inició una cascada de declaraciones contradictorias entre las filas nacionalistas sobre si se mantenía o no la apuesta de este partido por la ampliación.

Por si quedaban dudas por las palabras del lehendakari, el programa del PNV recoge de forma explícita la referencia al Guggenheim como uno de sus compromisos: “Impulsaremos, junto con la Diputación Foral de Bizkaia, el Museo Guggenheim Urdaibai, el cual expandirá el actual funcionamiento expositivo, cultural y educativo del Museo Guggenheim Bilbao mediante un innovador modelo de integración que combinará producción artística, ecología, tecnología, conectividad social e investigación”.

El propio candidato a lehendakari del PNV, Imanol Pradales, es firme defensor del proyecto del que la actual diputada general de Bizkaia, Elixabete Etxanobe, hizo bandera en la campaña electoral para las forales del pasado año. “El Guggenheim de Urdaibai se hará sí o sí”, dijo entonces la diputada general y es la frase que también ha usado en alguna ocasión Pradales cuando se le ha preguntado por el tema. Pero, de momento, en esta campaña los candidatos del PNV no han mentado al cuestión.

El tema levanta ampollas en la zona. No hay más que darse un paseo por la comarca para ver las pancartas o pintadas en contra del proyecto y Urdaibai es una zona en la que puede estar disputado el voto entre los que parecen los dos principales rivales de la contienda electoral, PNV y EH Bildu. La composición de los ayuntamientos así lo refleja. Es cierto que el electorado no tiene por qué votar igual en todas las elecciones, pero en las municipales del pasado mes de mayo los votos se repartieron entre ambas formaciones y plataformas electorales independientes. Por ejemplo, en Bermeo gobierna EH Bildu, igual que en Ea. En Gernika, caso aparte, el alcalde es José María Gorroño, ahora con su propio partido, aunque fue EH Bildu el que ganó las elecciones. El asunto de la segunda sede del museo paralizó por cierto la posibilidad de una moción de censura porque la coalición abertzale exigió al PNV que incluyera en el acuerdo una consulta a la población sobre el proyecto. En Murueta gobierna el PNV al igual que en Gautegiz-Arteaga.

EH Bildu también lleva el Guggenheim en su programa electoral, pero al contrario que el PNV, lo hace para definir que su modelo no es la apuesta por las grandes infraestructuras y lo cita junto con, por ejemplo, el tren de alta velocidad, al que históricamente se ha opuesto. Sin embargo, tampoco es un partido que se haya mostrado hasta ahora públicamente demasiado beligerante contra el proyecto más allá de pedir que busque un consenso con la población. Y, de momento, tampoco ha entrado en la campaña a hacer referencias al asunto.

“Me imagino que públicamente dirán algo cuando vengan con el mitin a Busturialdea”, espera Eider Gotxi, portavoz de Guggenheim Urdaibai Stop, que llama la atención de que “nadie de los que se juegan algo en estas elecciones quiere mojarse”. Cree que “están callados” porque “para ellos es mucho más fácil pasar por encima del tema”. “Porque nuestra plataforma es transversal, hay gente que vota de forma muy diversa”, apunta. Y, recuerda: “Éste es proyecto financiado totalmente con dinero público”, con el que se quiere costear además la compra de los terrenos de Astilleros Murueta desde la Diputación de Bizkaia, que sigue en activo en la zona y que acaba de construir un barco en esas instalaciones y se descontaminarán los terrenos que ocupa con fondos del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico.

Hasta ahora, los únicos partidos que abiertamente han realizado declaraciones en contra de la ampliación del museo han sido Elkarrekin Podemos Alianza Verde y Sumar. “Para ellos también es una forma de ganar votos”, recuerda Eider Gotxi. Elkarrekin Podemos Alianza Verde, con Miren Gorrotxategi a la cabeza, ha pedido incluso que la reserva del Urdaibai se declare “persona jurídica, como titular de derechos, tal y como se ha hecho con espacios naturales profundamente necesitados de protección en todo el mundo”. “Vamos a parar la privatización de marisma de Urdaibai”, decía este pasado fin de semana el que fuera primer líder de Podemos en Euskadi y diputado, Roberto Uriarte, quien deslizó que podría haber intereses económicos ocultos en este proyecto por parte de Pradales. Desde Sumar, Alba García Martín ha apostado por revitalizar Urdaibai “escuchando a los vecinos” de esta comarca y promover “un desarrollo local sostenible, no quedarse en el cortoplacismo de ocurrencias faraónicas”.

Los demás están haciendo la “política del avestruz”, señala Edorta Jiménez, de la asociación Zain Dezagun Urdaibai. “Todo el mundo está haciendo lo del avestruz. Ni el PNV, que está a favor, ni EH Bildu que en teoría no está a favor están diciendo nada. Tampoco el PSE-EE. Está como tapadito y no es un tema que se pueda dejar. Esperamos que a lo largo de la campaña llegue un momento en que tenga que salir el tema porque tenemos, como se suele decir, un elefante en el salón. Algo tendrán que hacer”, urge.

Las asociaciones contrarias al Guggenheim de Urdaibai siguen con su trabajo de tejer una red suficientemente fuerte como para para el proyecto, tanto desde el punto de vista institucional como desde el judicial. La Audiencia Nacional recibirá ya la demanda tanto de Zain Dezagun Urdaibai como de Guggenheim Urdaibai Stop a finales de este mes después de que se hayan admitido los escritos presentados en contra de la decisión de la dirección de Costas de modificar la protección de 100 a sólo 20 metros para facilitar la construcción. “Se trata de una resolución que es muy importante porque si se tumba judicialmente esta resolución la construcción no se puede hacer como está prevista”, recuerda Edorta Jiménez.

En el plano institucional Guggenheim Urdaibai Stop ha metido mociones en todos los ayuntamientos de la zona de Urdaibai instando a la paralización del proyecto. “En los municipios en los que Gobierna EH Bildu parece que saldrá adelante, de hecho ya se ha aprobado en Bermeo. En los que gobiernan plataformas, como en Mundaka, parece que también, -se tratará el día 7- donde Gobierna el PNV, parece que se rechazará, como ha ocurrido ya en Gautegiz Arteaga”, explica. En Gernika, el tema se tratará ya en un pleno probablemente en mayo.

En la moción, se considera que se trata de un proyecto que “da la espalda a los retos, necesidades y participación de la comarca” y que se ha planteado “relegando la protección” del medio ambiente “a un segundo nivel”. “Eso con las leyes vigentes en la mano es absolutamente inaceptable. La construcción de esta gran infraestructura afectará a la integridad ecológica de Urdaibai”, señala la moción. En este sentido, solicitan a la Diputación Foral de Bizkaia “el abandono definitivo del proyecto Guggenheim Urdaibai” y exigen el compromiso de “elaborar un plan socioeconómico serio para la revitalización de la comarca que, ”con un diagnóstico real y en el marco de la Reserva de la Biosfera, prioricen a la ciudadanía y el medio ambiente“, señala el texto que Guggenheim Urdaibai Stop ha presentado a los ayuntamientos.

Por su parte, Zain Dezagun Urdaibai ha remitido un escrito a todos los partidos para preguntarles sobre el tema: “Para nosotros es especialmente importante conocer la opinión sobre cada uno de los dos Museos Guggenheim Urdaibai y darla a conocer, sea cual sea, a la sociedad, que es lo que exige una democracia verdadera”. “La pregunta concreta es: Guggenheim en Urdaibai, ¿sí o no?”, señalan. Además, exigen un “compromiso político serio con el principio de no reversión ambiental, en defensa del espacio natural protegido de Busturialdea y Urdaibai”. “Sitúa su candidatura estos limites medioambientales vitales por encima de otros considerandos económicos ¿Sí o no?”, les interpelan. “Deberán posicionarse”, insiste. Por el momento, la ponencia que arrancará en el Parlamento Vasco la próxima legislatura para revitalizar la zona de Busturialdea no hace referencia alguna al Guggenheim de Urdaibai mientras la comarca ansía mejorar su abastecimientos de aguas en puertas de un nuevo verano en el que quizás se repitan las restricciones.

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