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Bruselas mantiene la perspectiva de crecimiento para España, que sigue al frente de los grandes

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, saluda al director del Mecanismo de Estabilidad, Pierre Gramegna, ante el comisario Paolo Gentiloni.

Irene Castro

Corresponsal en Bruselas —

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Bruselas mantiene las perspectivas de crecimiento económico para España respecto a sus últimas estimaciones: un 1,7% este año y un 2% en 2025. Esas cifras, que se suman al 2,5% de incremento del PIB en 2023 superando todas las expectativas, sitúan a España a la cabeza de los grandes en impulso económico mientras la UE se encuentra en una fase de debilidad. Las previsiones económicas de invierno publicadas este jueves por la Comisión Europea vuelven a revisar a la baja las cifras para el conjunto de los 27, que crecerán en 2024 un 0,9% frente al 1,3% pronosticado hace tres meses. La luz al final del túnel se verá en 2025, cuando la expansión será del 1,7% gracias a la recuperación de Alemania.

“Tras el fuerte repunte posterior a la pandemia en 2021 y la mayor parte de 2022, los últimos datos confirman que la economía de la UE apenas se expandió a lo largo de 2023 y las perspectivas para el primer trimestre de 2024 siguen siendo moderadas”, ha afirmado el comisario de Economía, Paolo Gentiloni: “El repunte se retrasa, pero aún se espera de cara a 2025. La solidez del mercado laboral, la moderación de la inflación, el aumento de los salarios, la progresiva de las condiciones crediticias, así como el FRR, constituyen una base sólida para un repunte de la actividad económica”.

La Comisión Europea atribuye el impulso de la economía española el año pasado al consumo privado y “en menor medida” a la inversión así como a la recuperación de la demanda exterior. Esa situación se moderará, según sus estimaciones, a lo largo de este año por el “menor impulso del sector turístico” y la limitación de las exportaciones por la “débil situación económica” de los principales socios comerciales. A nivel interno, la explicación de la relajación se debe al “efecto retardado de las subidas de los tipos de interés sobre la demanda interna, especialmente a la luz de las aún elevadas, aunque decrecientes, ratios de deuda interna y externa”.



El Gobierno calcula que la economía española crecerá tres décimas más (2%) de lo que estiman los técnicos comunitarios. Aún así, la perspectiva casi duplica a Italia (0,7%) y casi a Francia (0,9%) y multiplica por cinco a Alemania (0,3%), que ha sorteado la recesión técnica pero sigue estancada. La Comisión Europea ha revisado a la baja las perspectivas para esos tres países repecto a su análisis de otoño. Y es Alemania la que lastra en buena medida al conjunto de la UE.

El consumo privado (por el aumento de la renta de los hogares y la utilización del todavía elevado nivel de ahorro) y las inversiones (en buena medida por el Plan de Recuperación y Resiliencia) permitirán a España ser la economía de las grandes con mayor crecimiento este año. Aunque la Comisión Europea pronostica una desaceleración en la creción de empleo, no lo ve preocupante. Gentiloni ha admitido que el desempleo es el “gran desafío de España”, pero ha destacado el “progreso que se ha hecho gracias al compromiso con las reformas”. “Las reformas del componente del plan de recuperacion ha sido muy ambicioso y hasta ahora con buenos resultados. El problema no está solucionado del todo, pero nos estamos moviendo en la buena dirección en cooperación con las autoridades españolas”, ha respondido el comisario italiano.

El estancamiento económico es una de las preocupaciones de los reponsables económicos de la UE desde hace muchos meses. De hecho, once estados miembros experimentaron una contracción el pasado año. Al escaso crecimiento en 2023 (apenas un 0,5%), debido a la erosión del poder adquisitivo de los hogares, a la asfixia con la subida de los tipos de interés por parte del BCE, la retirada parcial de las ayudas para hacer frente a la inflación y la caída de la demanda exterior, Bruselas vuelve a revisar a la baja la previsión para este año: un 0,9%.

“Se espera que la actividad económica se acelere gradualmente este año. A medida que la inflación disminuye, el crecimiento de los salarios reales y la resistencia del mercado laboral deberían apoyar un repunte del consumo. A pesar de la caída de los márgenes de beneficio, la inversión se beneficiará de una relajación gradual de las condiciones de crédito y la continuación de la aplicación del Mecanismo de Recuperación y Reactivación. Además, se espera que se normalice el comercio con los socios extranjeros, tras los débiles resultados del año pasado”, señala la Comisión Europea en su análisis sobre 2024.

Incertidumbre por la situación geopolítica

La expansión de la economía comunitaria, eso sí, se producirá en 2025. En el caso de España, gracias a la reactivación de la inversión y a la contribución positiva prevista del sector exterior.

La Comisión Europea reconoce que sus previsiones están rodeadas de incertidumbre por las tensiones geopolíticas, entre las que cita la tensión en Oriente Medio con la guerra en Gaza. También espera un “impacto marginal en la inflación” por las interrupciones del comercio en el Mar Rojo -donde prevé enviar a lo largo de este mes una misión de defensa-. “Sin embargo, nuevas interrupciones podrían provocar nuevos estrangulamientos de la oferta que podrían asfixiar la producción y hacer subir los precios”, advierte Bruselas, que también ve cierta afectación por los riesgos climáticos y la creciente frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos.



Respecto a la inflación, se redujo en el último trimestre (2,7%) más de lo que se había estimado situándose en el 5,4% en 2023 (España estuvo dos puntos por debajo de la media de la eurozona con un 3,2%). “Esta disminución de las presiones inflacionistas, más rápida de lo previsto, se debió en gran medida al abaratamiento de las materias primas energéticas. El endurecimiento de la política monetaria y el menor impulso económico también influyeron. Contribuyeron a aliviar de los precios de los servicios y los bienes no energéticos más de lo previsto en el informe de otoño”, ha explicado Gentiloni.

Para este año, la previsión es que la evolución de los precios siga deteniéndose hasta el 2,7% (y al 2,2% en 2025). En el caso de España, la previsión es que se quede algo por encima en 2024 (3,2%) y que se reduzca al 2,1% en 2025.

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